Ya alrededor de las 4 de la madrugada, bombas de palenque anuncian la salida de peregrinaciones para A Franqueira, era el caso, ayer de madrugada, de la parroquia de Nuestra Señora del Rosario de Sabaxáns, en Mondariz, uno de los puntos más distantes en que los romeros realizan todo el trayecto a pie. Aún no ha amanecido y por los montes ya caminaban los peregrinos de distintas parroquias de Mondariz, A Cañiza, Arbo, Covelo, Ponteareas, entre otras, con sus imágenes a hombros, por viejas corredoiras o por viales asfaltados.

Tras las salutaciones de rigor, ritos ancestrales y en los que las cruces de las parroquias se besan y las imágenes se saludan con pasos hacia adelante y hacia atrás, el santuario acogió cerca del mediodía a los romeros de las más de sesenta parroquias y la suma de 77 imágenes, la más lejana la Virgen de la Paz de Santiago de Cangas e Islas Cíes, que llegó en autobús hasta A Lamosa (Covelo) y desde allí continuó a pie con otras comitivas.

Además de los romeros, otros miles de visitantes se dieron cita en un santuario en el que todo estaba organizado y donde este año tuvo lugar una de las romerías más multitudinarias de su historia.

Antes de la procesión, donde todas las imágenes son llevadas nuevamente a hombros por los romeros hasta la iglesia, tuvo lugar la misa mayor presidida por el obispo de la Diócesis de Tui-Vigo, monseñor Luis Quinteiro Fiuza. Comenzó agradeciendo a la asistencia: "Gracias por venir a este santuario como testimonio y como esperanza en una parroquia que en el medio de nuestras dificultades camina?". Además se refirió a la peregrinación al santuario como "venir a casa de nuestra Madre, especialmente hoy aquí son las parroquias las que venís buscando el calor de vuestra Madre".

Al hilo de la ofrenda realizada por la parroquia de Meder, Fiuza dijo que "tenemos que soñar un mundo nuevo, una tierra nueva, una parroquia nueva? parroquias que sean referencia de acogida, de fraternidad, que sean familias donde nos sintamos acogidos y donde acojamos... Tenemos que rejuvenecer a nuestras parroquias... tenemos que pedir a nuestra Madre que nos dé fuerza para ello".

Por otro lado, la ofrenda de la parroquia perteneciente a Salvaterra no pasó por alto ninguno de los graves problemas de la sociedad actual y así abogó por "una tierra donde los niños puedan sonreír ante el futuro, donde jóvenes mujeres y hombres puedan tener un puesto de trabajo digno sin tener que emigrar, una tierra sin mujeres asesinadas ni maltratadas? Que las personas que nos gobiernan hagan de la honradez tarea permanente y generosa?", e incluso hubo una mención directa a los fuegos del 15 de octubre.