Porriño está registrando en las últimas semanas hechos delictivos no propios de una villa de sus características. La tranquilidad y la calma de un pueblo de la comarca de A Louriña, de 20.000 habitantes, se ha transformado en la inseguridad y delincuencia propias del típico barrio con vandalismo de una gran urbe. Todo ello provocado por unos hechos protagonizados por unos pocos pero que afectan a toda la ciudadanía.

Robos en vehículos en diferentes garajes de edificios del centro urbano fue lo último denunciado por una decena de vecinos ayer en las dependencias de la Guardia Civil. Los acontecimientos se produjeron de madrugada y a primera hora de este lunes, cuando diversos propietarios al acceder a sus vehículos se percataron de los destrozos. Al parecer las primeras alertas recibidas por los agentes fueron a las 06.00 horas desde la Avenida de Galicia y pasadas las ocho se registraron hechos similares en la zona peatonal, en el primer número de la calle Ramón González. Según pudo saber FARO al hablar con algunos de los damnificados no robaron objetos de gran valor, "de hecho fueron mucho mayores los daños materiales ocasionados que lo hurtado", declara uno de ellos, haciendo referencia a la rotura de lunas y al desvalijo del interior, "con todo revuelto". Además, se percataron de cuestiones "incongruentes", pues en uno de los casos, el propietario del vehículo tenía 40 euros en su interior y no se lo robaron al igual que detectaron que la cerradura de acceso al ascensor fuera forzada en la huída cuando justo al lado tenían una puerta por la que poder salir hacia las escaleras. Con todo, siguen sin saberse cómo accedieron ya que "una vez dentro del edificio para bajar al garaje sí que es necesario llave, tanto por ascensor como por escaleras", por lo que sospechan que "se colaron por el portal del garaje durante la entrada o salida de algún vehículo".

El hecho de dejar dinero sin robar o de no utilizar una salida "fácil" hace pensar que no se esté ante una banda organizada, sino, ante el mismo grupo de jóvenes que en los últimos tiempos ha protagonizado múltiples hurtos y altercados y que, entre los vecinos, dicen moverse por dinero para la compra de droga. Así, los hechos acaecidos ayer no han sido puntuales, sino que pertenecen a una oleada de robos que se están sucediendo en Porriño, ya no solo en vehículos estacionados en garajes, sino también en otros aparcados en la calle, así como también en establecimientos comerciales e incluso en viviendas particulares.

Precisamente, la semana pasada transcendió la detención de cuatro de estos individuos, a los que imputaron medio centenar de delitos. Con todo, al menos se sabe de uno más que no fue detenido y de los cuatro que pasaran a disposición judicial, dos de ellos fueron puestos en libertad.

La investigación está en manos de la Guardia Civil que trabaja para aclarar los hechos. Ayer mismo, tras la llamada de los particulares afectados una patrulla se desplazó a los garajes en donde sacaron fotografías pero, sin embargo, no recogieron huellas.

Inseguridad ciudadana

Existe una cierta preocupación entre el vecindario, y es que "uno no sabe cómo pueden reaccionar si nos encontramos con ellos de frente", indicaba ayer un lugareño. Estos robos no suponen forcejeos ni asaltos, por lo que nunca ha resultado nadie herido pero el miedo reside en el cuerpo de muchos de los vecinos, "estando uno solo o con un niño pequeño en el garaje y sabiendo que pueden estar bajo los efectos del consumo de estupefacientes no sabemos cómo pueden reaccionar y eso nos genera una gran preocupación e indefensión". En este sentido demandan más vigilancia.

Ya no es la primera vez que estos jóvenes logran escapar de los agentes y, aún siendo luego arrestados, la mayor parte de las veces vuelven a la calle tras ser puestos en libertad por el juez.