Las obras del último tramo del paseo por el río Maceiras se reanudaron esta semana tras casi dos meses paradas debido al mal tiempo, según justificaron ayer desde el gobierno local. Esta actuación, que completará el sendero que arranca en la zona del Salgueiral hasta el conocido como puente de Lemos, en Cedeira, debía estar ya concluida. Sin embargo, según explicó el concejal de Medio Ambiente, Miguel Ángel Álvarez, las intensas lluvias de los últimos dos meses impidieron trabajar ya que se trata de terrenos muy blandos y la maquinaria no podía acceder.

"Hasta el momento solo se pudieron realizar varios muros de piedra cuando arrancaron las obras en febrero, pero con las lluvias el barro hacía imposible los trabajos y tuvieron que parar hasta ahora. En los últimos días se volvieron a retomar con el objetivo de que el paseo pueda estar listo para principios de junio", indica Álvarez.

La empresa tuvo que solicitar una prórroga del plazo de ejecución, que vence a finales de mayo, para poder cumplir con los plazos. El nuevo trazado ampliará este paseo fluvial en 300 metros, con una inversión de 57.000 euros. El tramo mantendrá la estética del resto de la senda, con bordillos de piedra y el firme de zahorra. "Se apostó por mantener el cajón de piedra porque tiene menos mantenimiento que la madera y en caso de crecida del cauce es más resistente", explica Álvarez.

También los muros de contención de piedra refuerzan varios puntos en las márgenes del río en los meandros para evitar la erosión y el posible desprendimiento del terreno que ponga en riesgo la estabilidad del paseo en las épocas de crecidas, como ocurrió a principios de 2016, cuando el paseo fue arrasado por un desbordamiento del cauce.

Las labores de planificación de este último tramo comenzaron a principios del pasado mes de diciembre con una limpieza minuciosa para eliminar las especies vegetales invasoras y retirar los árboles que se encontraban en mal estado para preparar la senda para la actuación, que se completará después de los trabajos con la plantación de manzanos y avellanos, al igual del resto del paseo.

La construcción de este último tramo, además de completar el plan de mejora ambiental y puesta en valor del río Maceiras, supondrá una importante mejora en la movilidad de los vecinos de las parroquias de Cedeira y Negros, ya que podrán utilizar este camino junto al río para acceder a pie con seguridad al casco urbano evitando la peligrosa carretera N-555 (Redondela-Peinador), que carece de aceras.