Una demanda que tramita la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Galicia, en la que se pide la anulación del Plan Xeral de Mos, no afectaría al proyecto de la Ciudad Deportiva del Celta, en el hipotético caso de que el Plan fuese anulado. Así lo informaron ayer a FARO, la alcaldesa de Mos, Nidia Arévalo, y técnicos del Ayuntamiento.

Según la alcaldesa y los técnicos, es muy difícil que prospere la demanda de esta empresa. Esta reclamación se basa en que la delimitación final del municipio se incorporó al PXOM sin abrir un proceso de alegaciones. "No es una alegación sustancial, solo afecta a un 1 % del Plan Xeral y una persona en concreto, por lo que el documento no resultaría afectado en su conjunto". aseguran.

Pero en el caso de que el Plan fuese anulado, el proyecto del Celta tampoco correría peligro pues la recalificación para hacerlo realidad se hace sobre un tipo de suelo que ya está consolidado desde 1982 "y en el momento que un ordenamiento urbanístico se anula, queda en vigor el anterior, como ha ocurrido en Vigo", añade Arévalo.

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El proceso se inició a instancia de una empresa que presentó una alegación al Plan Xeral, porque en la aprobación definitiva se incluyó los limites del municipio basados en los delimitación del Instituto Geográfico Nacional y no se respetó la delimitación inicial. Existe una discusión abierta sobre cual es el límite real del Concello, pero, entre tanto no se resuelve, los límites válidos son los del Instituto Geográfico Nacional.

La petición de anulación del Plan es la única forma posible que tiene la empresa recurrente para no quedar en el más absoluto desamparo. Si pasa a depender de Vigo el terreno quedaría, al menos de momento, como no urbanizable de paisaje y masas forestales, de acuerdo con el PXOM de Vigo de 1993. En el anulado de 2008 sería suelo urbano. Si las naves quedan en Mos, sería suelo industrial, como quiere el recurrente.