Más de 300 personas recorrieron esta tarde las calles de Vigo para protestar por la retirada de la tarjeta verde de Vitrasa a partir del próximo 15 de abril y su sustitución por la llamada PassVigo, que solo contempla descuentos en el transporte urbano para los residentes la ciudad olívica. Los manifestantes, encabezados por una pancarta con el lema "Tarxeta metropolitana para o Vitrasa xa", partieron desde el Concello y recorrieron las calles del casco viejo hasta la Porta do Sol, Príncipe y Colón, y desde ahí al edificio de la Xunta, donde se leyó un manifiesto.

Los colectivos convocantes -la Asociación de Vecinos de Chapela y la Federación de Asociacións de Veciños "San Simón"- consideran que la solución al conflicto estaría en la puesta en funcionamiento del transporte metropolitano incluyendo el autobús urbano en Vigo y calificaron de "discriminatorio" el criterio del empadronamiento que quiere imponer Abel Caballero para dejar fuera a los vecinos de otros municipios con la tarjeta PassVigo. La marcha también contó con el apoyo de las asociaciones de vecinos de Teis y de Vincios, además del Movemento Galego en Defensa do Sistema Público de Pensións (Modepen).

Los usuarios de los autobuses de Vitrasa tendrán que pagar el billete, a partir del próximo 15 de abril cuando se elimine la tarjeta verde, a 1,35 euros por viaje frente a los 0,89 actuales con la bonificación, lo que supondrá un importante gasto para las familias. Redondela, con unos 10.000 usuarios entre las parroquias de Chapela, Trasmañó, Cedeira y Vilar, será el municipio más perjudicado del Área Metropolitana.

Discriminación

"Todos somos ciudadanos iguales y todos contribuimos en la economía de Vigo. Aunque no residamos en la ciudad, acudimos a diario a trabajar, a comprar, al médico... por lo que no se nos puede discriminar así", lamentaba Rosa Mari González, una vecina de Chapela que participó en la protesta.

Otra de las manifestantes, María Dolores Gil, describía el importante perjuicio que le va a causar la retirada de la tarjeta. "Hago cuatro viajes al día a Vigo, como la mayoría de los que trabajan en la ciudad, y con el incremento del precio nos va a suponer un importante gasto para la economía familiar. Los políticos se culpan unos a otros pero al final los que pagamos somos los vecinos, como siempre. En Chapela hay mucho malestar por este problema y esperamos que se resuelva porque se está cometiendo una injusticia".

La percepción de los ciudadanos es que se trata de un conflicto político y que tanto la Xunta como el alcalde de Vigo deben sentarse a negociar para alcanzar una solución, que pasa por la puesta en marcha de la tarjeta metropolitana en Vigo incluyendo el autobús urbano, en vez de la PassVigo que quiere imponer Caballero para que los descuentos solo los disfruten los vigueses.

En su manifiesto, el colectivo vecinal preguntaba al regidor vigués "por qué gasta miles de euros de sus contribuyentes en una nueva tarjeta discriminatoria que no es compatible con la tarjeta metropolitana cuando la concesión de Vitrasa concluye el próximo año".