El bipartito gondomarés volvió a dejar claras sus diferencias internas en la junta de gobierno de ayer respecto a la plaza de abastos. Había sido el concejal de Comercio e Turismo, Xosé Antón Araúxo, de Manifesto Miñor, el promotor del concurso público de los puestos que el alcalde, el socialista Francisco Ferreira, ordenó paralizar en abril ante la presión de los placeros.

Las personas que ya habían presentado ofertas para optar a los espacios de venta acudieron a los tribunales al considerar que la suspensión de la subasta violaba sus derechos y el juez les dio la razón. La sentencia obligaba al regidor a retomar el concurso donde lo había dejado porque lo consideraba sin competencias para tomar esta decisión, ya que había delegado las mismas en la junta de gobierno.

Ferreira considera cumplida la sentencia al volver a plantear ayer la anulación de la licitación a la junta de gobierno. La mayoría del PSOE en el órgano hizo que la sacase adelante con tres votos a favor frente a los dos en contra de Manifesto Miñor, que sigue defendiendo la subasta pública de todos los puestos, según reiteró ayer Xosé Antón Araúxo.