Un fin de semana libre resulta reparador para cualquiera tras cinco días de trabajo. Desconectar de la vida cotidiana y dedicar tiempo a uno mismo resulta indispensable para mantener la salud física y emocional a raya. Algo al alcance de la mayoría y prácticamente impensable para las personas dependientes y sus familias. El centro de atención a personas con diversidad funcional Juan María de Parada ha puesto en marcha en enero un programa de ocio para que lo logren con un doble objetivo: unos se divierten y se liberan por unas horas de la "sombra" de sus padres o cuidadores y otros disfrutan de momentos de relax que les ayudan también a evitar las sobrecargas. La recién rehabilitada Casa dos Mestres de Balinfra, en Camos, contribuye a mejorar el servicio, ya que añade a la actividad "noches de libertad" para ambas partes. Tres usuarios y dos monitoras acaban de estrenarla.

Hasta ahora, los beneficiarios del proycto pasaban los sábados fuera de casa, desde la mañana a la noche. Salían de compras, al cine, a conciertos... pero al oscurecer volvían. La antigua vivienda que el Concello de Nigrán ha acondicionado para el centro cierra el círclo del fin de semana. "Ahora podemos ofrecerles pernoctar, lo que resulta muy motivador para ellos a la vez que les permite mejorar su preparación para la vida autónoma. Es una experiencia de vida real. Hacen la compra, cocinan, limpian, recogen... En definitiva, viven de forma independiente hasta el domingo al mediodía", explica Alberto González da Rosa, coordinador de servicios del Juan María.

Preparar la vivienda ya ha sido todo un aprendizaje. "Hemos realizado una excursión a Braga para y compraron algunos muebles en Ikea, han pintado cuadros para decorar, han pedido presupuestos de mobiliario... Todo eso ha supuesto también un gran aprendizaje", destaca.

La Obra Social de La Caixa se ha hecho cargo del equipamiento interior del inmueble, con capacidad para un máximo de cuatro usuarios. El "alojamiento" está muy demandado en el centro entre los mayores de 16 años. "A cada uno le tocará una vez al mes o cada cinco semanas y todos están deseando que llegue su turno", comenta González, quien espera aumentar las estancias a una semana en los próximos meses.

La asociación La Esperanza del Valle Miñor, promotora del Juan María, muestra su agradecimiento al Ayuntamiento nigranés y a La Caixa por hacer posible esta iniciativa perseguida desde hace años. El centro había alquilado un verano una casa para ofrecer estas experiencias de autonomía personal, pero tuvo que dejarla por los elevados costes. Dispone asimismo de un aula-apartamento para ensayar tareas básicas del hogar, pero la vivienda de Camos "es mucho más real".