Fue un icono del paisaje urbano gondomarés hasta que se cayó hace unos meses y sus restos servirán para recordar el horrible episodio de los incendios. El antiguo cedro que presidía la Praza Paradela causó daños cuando sus ramas se desplomaron sobre tejados y vehículos del entorno, pero ahora se convierte en un símbolo para los vecinos.

El escultor David Leirós ha tallado una especie de rescate con buzos y bomberos implicados por encargo del Concello, que ha decidido dedicarla a los héroes del 15 de octubre.

El alcalde, Francisco Ferreira, ha inaugurado este mediodía el monumento "como homenaxe a todos aqueles que sufriron perdas e axudaron a controlar a situación" ante decenas de vecinos.

Al acto asistieron la presidenta de la Diputación, Carmela Silva, y el presidente de la Cámara de Gondomar de Portugal, Marco Martins.