María Iglesias salió ayer al paso de las acusaciones de CSIF y PSOE y aseguró que no dimitirá. "Si consideran que he incumplido la legalidad, deben denunciarlo en los tribunales", recalcó. Lleva siete años al frente del área de Personal y accedió a la misma cuando su marido ya formaba parte de la plantilla de la Policía Local. Insiste en que esta controversia "surge ahora porque está sobre la mesa la RPT". Un documento "que este gobierno defiende porque es justo y necesario y porque subirá el sueldo a 104 de los 108 trabajadores municipales de Baiona, una media de 100 euros al mes a cada uno. Si no la quieren la dejamos en el cajón. Hemos reservado dinero público para este fin porque consideramos que los salarios del Concello son muy bajos, pero lo cierto es que podríamos destinarlo a otros fines muy necesarios", añade.