Los presupuestos municipales de Baiona para 2018 quedaron ayer aprobados por la mínima. El rechazo unánime de la oposición y la ausencia de la concejala de Turismo, Beatriz González, dejaron la votación en empate y el alcalde, Ángel Rodal, se vio obligado a hacer uso de su voto de calidad para deshacerlo.

La portavoz del gobierno, María Iglesias, detalló las cuentas, que suman un total de 8,6 millones, y destacó el incremento del 70% en la partida del servicio de ayuda a domicilio, los 139.000 euros reservados para el progresivo aumento salarial de la plantilla, de 1,5% este año o la creación de nuevas plazas. Relató el capítulo de inversiones, reducido este año a 168.000 euros, destinados a los planes urbanísticos de Belesar y Morade, obras de accesibilidad, caminos, mobiliario de la biblioteca y urbano, eficiencia energética y la compra de una máquina para limpiar aceras, entre otras cuestiones.

El portavoz socialista, Carlos Gómez Prado, se estrenó en el puesto con duras críticas a las cuentas, que tachó de "irreais" y "negras". Aseguró que prevén 180.000 euros en plusvalías que no se van a ingresar porque los ciudadanos pueden reclamarlas, la reducción de los ingresos por licencias, que deja claro, señaló, "que o goberno non espera apertura de novos negocios". Lamentó asimismo que el Concello haya tardado tres años en reconocer la deuda del parking de O Aral .

Por su parte, el portavoz del BNG, echó en falta partidas para fomentar el acceso a la vivienda, pese a disponer de dos parcelas para la promoción pública y "800 vivendas deshabitadas ou en estado de abandono", criticó la ausencia de iniciativas de empleo y de proyectos para recuperar la riqueza cultural y patrimonial del municipio.

El líder de EU, Silvano Montes, censuró el recorte de 600.000 euros en inversiones y destacó que "la única partida que no lleva recortes es la de gastos culturales y deportivos. Instó al gobierno a actualizar el padrón de tasas para corregir desajustes en recaudación y censuró las multas de Inspección del Trabajo por el exceso de horas extra.

Tras dar luz verde a las cuentas, la Corporación aprobó una moción conjunta de todos los grupos para exigir a la Xunta la supresión del peaje de la AG-57 tras el anuncio del Ministerio de Fomento de la eliminación de la tasa en Redondela.

Asimismo, todos los concejales respaldaron una propuesta presentada por PP, BNG y EU en apoyo a las reivindicaciones de la plataforma SOS Mosteiro, que reclama la expropiación y restauración urgente del cenobio de Oia ante el estadio de deterioro que presenta, demostrado tras el reciente derrumbe de una parte del ala norte.