Más de un centenar de personas participaron el domingo en la asamblea convocada por la asociación de vecinos "O Galiñeiro" de Vincios para dar a conocer el proyecto de seguridad vial que la Xunta prevé ejecutar en la travesía urbana de la parroquia, la carretera PO-331, que une Gondomar con Porriño. Los asistentes mostraron su rechazo frontal a la obra, que impide invadir los giros a la izquierda en 14 cruces a lo largo de 3,4 kilómetros, y acordaron crear una comisión de seguimiento del plan, compuesta por once afectados.

Representantes de dicho grupo de trabajo acudirán mañana miércoles a la delegación de la Xunta en Vigo, donde los recibirán representantes de la Consellería de Infraestruturas e Vivenda, promotora del proyecto, para mostrar su postura al respecto. Se reunirán con los dirigentes autonómicos horas después de que lo haga el alcalde, Francisco Ferreira, quien se opone también a "convertir esta vía urbana en interurbana".

Asimismo, el colectivo vecinal, en colaboración con la comunidad de montes de la parroquia, ofrece asesoramiento a los perjudicados a la hora de formular sus alegaciones. Se contemplan 17 expropiaciones de terrenos ubicados junto a la calzada, en la que se prevén dos cambios de sentido.

El proyecto se encuentra en fase de exposición pública hasta el día 15 de febrero, aunque la Corporación municipal aprobó en el último pleno solicitar dos meses más de plazo para formular alegaciones y buscar alternativas más compatibles con la actividad urbana.