Como el ave Fénix, Chandebrito trata de reponerse de la pesadilla del 15 de octubre gracias a una fuerza casi sobrenatural. Resurgirá de sus cenizas, literalmente. Al menos lo harán parte de sus más de 400 hectáreas de monte calcinadas. Una campaña solidaria promovida por la asociación Galicia Ambiental de profesionales del sector del medio ambiente será el punto de partida para conseguirlo. Se llama "Árbores de cinza" y recauda fondos a través de internet con la venta de ceniza de árboles quemados para invertirlos en la compra de 2.000 nuevos ejemplares para la futura reforestación. Por una cantidad mínima de 10 euros, cada donante recibe en su domicilio una bolsa de restos de madera quemada para fertilizar sus plantas y contribuye a la causa en la zona cero de los incendios gallegos. "De esta manera, todos tendremos un poco de Galicia en nuestras casas" tras la tragedia, explica la iniativa en la web de crowdfunding migranodearena.org.

Hace poco más de un mes que la iniciativa se ha puesto en marcha. Ayer había reunido un total de 110 aportaciones por importe de 1.777 euros. Pero la meta se sitúa en 6.000 y quedan 48 días para alcanzarla, hasta el 15 de marzo. Con esta cantidad, la asociación podrá adquirir un millar de árboles autóctonos: robles, castaños, sobreiras, y algunos pinos piñoneros para devolver las poblaciones de ardilla a la zona. Los restantes mil ejemplares pretendidos se comprarán con donaciones de empresas y entidades sociales.

El agradecimiento es infinito por parte de la comunidad de montes de la parroquia. "La verdad es que mucha gente se está volcando y eso nos da mucho ánimo", señala su presidente, Víctor Vidal, quien cifra en más de un millón los árboles calcinados aquella noche. La contribución de Galicia Ambiental es un punto de partida y hay más iniciativas solidarias, como la del vivero Veraleza de Tomiño, que repartirá otros mil ejemplares entre los comuneros que lo soliciten.

La sociedad civil "se está portando", manifiesta Vidal, para ayudar a volver a la normalidad. Muestras de cariño como la de Loterías del Estado con su árbol de Navidad o el homenaje del programa "Masterchef" que se emitirá en abril tratan de animar a la población y donaciones particulares y de empresas han contribuido a reparar algunos daños.

No colaboran tanto algunas instituciones oficiales,. Han pasado tres meses desde el incendio y los comuneros todavía están pendientes de un permiso de la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta, necesario para preservar los numerosos yacimientos arqueológicos del entorno, para poder cortar la madera quemada y dejar sus terrenos limpios para la repoblación. La intervención en el castro para evitar desprendimientos de grandes rocas sobre las 14 casas que lo rodean tampoco llega, a pesar de que el gobierno gallego ha anunciado la colocación de una barrera de 100 metros por 60.000 euros.