Las parroquias de Baredo y Baiona quedarán conectadas por el interior por una senda peatonal segura este verano. Discurrirá a lo largo de un kilómetro entre los barrios de Río Pequeno y San Antón, un tramo que coincide con el Camiño Portugués da Costa, y permitirá disfrutar de espectaculares vistas en un mirador que se habilitará en el Monte Alto. La ruta minimizará el riesgo de atropello a los numerosos vecinos de la zona y peregrinos que la frecuentan a diario, obligados a invadir la carretera provincial y jugarse el tipo en sus caminatas. Diputación y Concello harán posible esta nueva ruta saludable con balcón al Atlántico gracias a un convenio de colaboración por importe de 381.000 euros.

La presidenta del organismo provincial, Carmela Silva, y el alcalde, Ángel Rodal, firmaron ayer el acuerdo en el Ayuntamiento, acompañados del diputado de Mobilidade, Uxío Benítez, promotor del proyecto a petición del gobierno local. La licitación del mismo se pondrá en marcha en los próximos días y las obras durarán 3 meses, por lo que los tres dirigentes confían en que estén listas en verano.

30 km/hora por seguridad

"Na actualidade, estas estradas provinciais EP-2202 e EP-220 non están pensadas para as persoas", señaló Benítez. Carecen de arcén y por ello su departamento decidió apostar por una vía para peatones y bicicletas. "Tendo en conta que neste caso hai un espazo natural magnífico, cun valor paisaxístico moi atractivo, queremos impulsar tamén todo o que hai arredor", indicó en referencia al mirador.

El sendero, de 2,5 metros de ancho, se construirá junto a los taludes del monte, que serán retranqueados. Las comunidades de montes de las dos parroquias afectadas cederán 5.000 metros cuadrados de terrenos para ello. Con el fin de añadir seguridad viaria, el proyecto establece un límite de 30 kilómetros por hora para los vehículos y coloca bandas reductoras de la velocidad en la calzada.

Será un trayecto que no solo dignificará el Camiño Portugués da Costa a su paso por Baiona, sino que supondrá un símbolo de "unión", afirmó el alcalde. "El Camino conecta dos países, varios municipios y, en este caso, dos parroquias a pie", destacó.

Por su parte, Carmela Silva destacó la intención de dinamizar la joven ruta jacobea, cuyo "crecimiento ha sido exponencial con más de 60.000 peregrinos en 2017", y aportar seguridad a vecinos y visitantes. Describió la senda como una herramienta de desestacionalización del turismo "nun entorno marabilloso", que contribuye a incrementar el potencial de Baiona.

Respeto al medio ambiente

La presidenta provincial conversó antes del acto con representantes del grupo de vecinos contra el campo de golf de Baredo, que acudieron para entregarle un escrito con sus reivindicaciones y conocer los detalles de la futura senda.

Silva los invitó a exponer sus demandas en el pleno de la Diputación en próximas fechas y ellos se marcharon satisfechos a la espera de que la nueva vía peatonal sea respetuosa con el medioambiente, cuestión que les garantizó Uxío Benítez porque se construirá con tierra compactada. "Oxalá todos os proxectos para a parroquia foran coma este e non teñamos que facer máis camisetas reivindicativas", manifestaron tirando de retranca.