El hermamiento con la localidad de Gondomar fue recuperado en el mes de julio pasado. En el verano los portugueses llevaron al Val Miñor sus grupos de baile y participaron en diversos actos. La visita de ayer fue la primera vez en veinte años en las que los vecinos del Val Miñor viajan a Portugal después de que el hermanamiento quedase arrinconado.

Comenta Carlos Bras, edil de Turismo, actividades culturales y finanzas del Gondomar portugués, que "no fue por culpa nuestra que el hermanamiento no estuviera en pie, ya que mandamos numerosas cartas a Gondomar de España y no contestaban".

Fue el nuevo alcalde de Gondomar, Francisco Ferreira, el que impulsa de nuevo el hermanamiento, apoyado desde el comercio local entre otros por Rosa Alvarez (Rosita Cristaleiro) que es una fiel devota de este tipo de acontecimientos "que enaltecen al pueblo", además de a San Antonio. Rosa acompañó al alcalde en mayo del año pasado a una visita para recuperar el proyecto y ayer estaba en la comitiva, de la que también formaron parte la concejala de Cultura, Nuria Lameiro, Iria Lamas, de Infraestructuras, y José Manuel Chamorro, de Vías y Obras. En Portugal fueron recibidos por los representantes políticos del municipio homónimo de 185.000 habitantes.

Rondallas

"Aunque los actos del hermanamiento serán en marzo", explica Francisco Ferreira, "quisimos hacer este viaje para presentar nuestras rondallas y que desfilasen por la calles de Gondomar, ya que en marzo las rondallas ya no estarán formadas". El espectáculo fue muy aplaudido por los vecinos del Gondomar portugués que siguieron por las calles la evolución del desfile, la música y el ondeado de las banderas.

Las rondallas de Chaín y Vincios fueron también recibidas por el presidente de la Cámara Municipal, Marco Martins, que les entregó un recuerdo del viaje. En su discurso, el regidor luso mostró su orgullo por la celebración del acto.