Los 180 metros que separan las orillas del río Miño en su parte portuguesa (en Vila Nova de Cerveira) y en su parte española (en Tomiño) están cada vez más cerca de convertirse en una zona de unión para ambos países. Esto podrá ser posible gracias al proyecto de construcción de un puente peatonal transfronterizo, para el cual un jurado está evaluando 24 posibles diseños. Dicho comité ha visitado in situ el espacio que será eje de cohesión para tomiñeses y cerveirenses y ha considerado la obra "una necesidad".

Los miembros del jurado visitaron la zona por "tierra y río", y es que además de pasear por la Fortaleza de Goián y el parque do Castelinho en Cerveira, la comitiva, acompañada por los regidores de ambos municipios, Sandra González y Fernando Nogueira, y el diputado de Mobilidade, Uxío Benítez, también cruzaron el estrecho cauce del río en barco. Esta doble visión ha permitido al comité comprender la importacia que tiene la elección de una propuesta en la que los puntos de anclaje sen lo más respetuosos posible con el entorno y, en concreto, con el islote existente en la parte lusa.

"El jurado ha entendido nuestro concepto de crear un parque conjunto uniendo dos países, lo que refuerza nuestra visión transfronteiriza de cooperación más allá de la construcción de una simple infraestructura", sentenció Uxío Benítez, refiriéndose a los lazos que unen a vecinos y vecinas de la "raia".