La obra del centro de salud de Gondomar discurre a cuentagotas. Tras permanecer dos años paralizada al quebrar la constructora inicial, la Xunta sacó a concurso de nuevo los trabajos y los retomó en septiembre, pero por solo unas semanas. El proyecto se encuentra detenido por segunda vez, aunque en esta ocasión por precaución. El Servicio Galego de Saúde (Sergas) confirma la suspensión de la actividad en la parcela y la justifica para garantizar que el edificio no llegue a inundarse una vez abra sus puertas. Todo apunta a que el nuevo servicio no funcionará este año, como estaba previsto, ya que el plazo de ejecución establecido era de 14 meses y ya van cuatro de retraso.

Los terrenos de As Ánimas en los que se ubica el inmueble se encuentran a pocos metros del río Miñor y la planta baja de la estructura se sitúa prácticamente a ras de suelo. Esta circunstancia generaba preocupación en el municipio. El propio alcalde, Francisco Ferreira, se dirigió a Sanidade para advertir de la posibilidad de futuros anegamientos. "Os veciños dos bloques próximos sufriron algunha inundación nos garaxes e queriamos asegurarnos de que non haxa que lamentar erros cando xa non sexa posible aranxalos", explicó ayer.

Un retraso cautelar

En ese sentido, el regidor prefiere "esperar uns meses máis" la apertura del nuevo centro y "facer as cousas ben". Y es que en Gondomar las inundaciones son ya un mal endémico. Cada vez que llueve con intensidad, los ríos que confluyen en el centro, el Miñor y el Zamáns, se desbordan y espacios céntricos como el entorno de As Cercas y el mercado quedan cubiertos de agua, con frencuentes daños a bajos y vehículos.

El Sergas ha respondido a la inquietud y ha realizado un estudio de inundabilidad del terreno, entregado recientemente a Augas de Galicia. Ahora está pendiente de que este departamento de la Consellería de Medio Ambiente se pronuncie al respecto y decida si los trabajos pueden continuar tal y como están o si es necesario realizar modificaciones en el proyecto, según explican fuentes del departamento de Sanidade.

La compañía Dragados es la encargada de finalizar la construcción. Se hizo con la senda licitación tramitada por la Xunta el año pasado para acabar los trabajos, por 2,3 millones de euros. La anterior empresa Corsán-Corviam los había iniciado en marzo de 2015 pero dio en quiebra cuando tan solo había ejecutado los cimientos.

Se desconoce cuándo entrará en funcionamiento el futuro centro de salud mientras el actual presenta numerosas deficiencias como filtraciones de agua y desperfectos en sus instalaciones.