Hasta cinco apagones de varias horas, uno de ellos de un día y medio, han soportado decenas de vecinos y propietarios de negocios del centro urbano de Gondomar en los últimos tres meses. El último se produjo este domingo, desde las doce del mediodía hasta las diez de la noche, según los afectados. Los incidentes se localizan en el entorno de la Rúa San Benito y aledañas y han causado cuantiosas pérdidas a diversos establecimientos comerciales por daños en la maquinaria que les han obligado a paralizar la actividad durante varias jornadas sin que nadie ofrezca una explicación.

La compañía suministradora, Gas Natural Unión Fenosa, mantenía ayer el silencio al respecto, aunque fuentes del servicio aseguraban que se trata de una avería en la red eléctrica subterránea que todavía no se ha podido localizar. Así que a los afectados no les queda más que resignarse por el momento y poner en marcha las reclamaciones.

Perjuicios

Algunos ya han comenzado. Es el caso del obrador de Rosquillas Cristaleiro, que ha tenido que cerrar durante cinco días en octubre para realizar las primeras reparaciones, que superan los 7.000 euros. Su propietaria, Rosa Álvarez, mostraba ayer malestar por el "descalabro" que provoca la situación a su negocio. El primer apagón, a mediados de octubre, inutilizó buena parte de la maquinaria, desde compresores, balanzas y neveras hasta hornos y lámparas. Después de solventar las averías, las siguientes interrupciones del abastecimiento "nos han obligado a decirles a los clientes que no teníamos pan" o incluso han dejado el hotel próximo, que también regenta la empresaria, "sin café ni calefacción". "Eso puedes aguantarlo un día, pero no cinco. Tienen que buscar una solución ya", recalca Álvarez, que ya ha presentado una denuncia en los juzgados tras remitir las facturas a la operadora.

La estación de servicio de enfrente también se ve perjudicada. Alfonso Salgueiro, su dueño, todavía no ha calculado el importe de las pérdidas, pero augura que son "muchas". "Esto es un desastre. Hemos tenido que dejar de trabajar durante horas a lo largo de cinco días. No pudimos servir combustible ni utilizar el lavado de coches, se nos han quemado varios motores y se nos ha estropeado el sistema de alimentación ininterrumpida (SAI). Ahora tenemos que ver si los seguros se hacen cargo y presentar reclamaciones, en fin, un montón de problemas", señalaba ayer junto a los surtidores.

Manuel Araújo, responsable del cercano supermercado Merca Mas, también denunciaba el asunto. Al faltar la corriente el domingo, los empleados se encontraron ayer la mercancía fresca estropeada por falta de refrigeración. Y en los cortes anteriores tuvieron que cerrar "porque las cajas no funcionaban. Perdemos productos, maquinaria y ventas", explicaba. "Esto ya es un cachondeo. Se nos han quemado motores de neveras y una caja. El día 2 de enero tuvimos que hacer el balance sin sistema informático", protestaba.

La asociación de empresarios OValmi les ofrece asesoramiento para formular las reclamaciones. Su presidente, José Luis Froiz, mostraba también ayer su "solidaridad" con los afectados y aseguraba que se dirigirá a Unión Fenosa para exigirle cuentas por lo ocurrido.

Viviendas

En las viviendas de la zona no hay averías en aparatos, al menos en las de los vecinos consultados. Pero las molestias ocasionadas son diversas, desde la falta de calefacción en pleno invierno a las incomodidades propias de no poder utilizar electrodomésticos, como explicaba Ángeles Suárez, una de ellos. "Hemos estado hasta un día y medio sin luz en plenas navidades, sin poder cocinar ni ducharnos y se nos han estropeado alimentos del congelador", protestaba también Araceli Giráldez, otra residente en el entorno, que asegura haber llamado a la compañía en varias ocasiones sin obtener respuesta. En su bloque, la inquietud es máxima, ya que hace dos años registraron un corte similar que causó daños importantes en los hogares. "Los electrodomésticos se quemaron y hasta salió fuego por un televisor. La gente tiene miedo de que se repita", comentaba ayer.

Rosa Álvarez - Propietaria de Rosquillas Cristaleiro

"Tenemos facturas de reparación por más de 7.000 euros y hemos denunciado en los juzgados"

Alfonso Salgueiro - Dueño de la Estación de Servicio del Centro

"Hemos tenido que dejar de trabajar durante horas cinco días. Esto es un desastre"