Ha pasado un año desde que el único aparcamiento subterráneo público de Nigrán, el anexo a la piscina de A Ramallosa, cerró sus puertas y la situación no parece que vaya a cambiar por el momento. El conflicto entre el Concello y la empresa que se hizo con la concesión en 2005, Estacionamientos Valle Miñor S.L., lo mantiene inactivo desde el 1 de enero de 2017. El Ayuntamiento sopesa sancionar a la compañía por incumplir el contrato de explotación a la vez que estudia su propuesta de modificación de las condiciones de la explotación para hacer el negocio rentable.

Inicialmente, la compañía clausuró el servicio de forma provisional, "por dos meses" y "por motivos técnicos" después de casi una década de funcionamiento, según había confirmado a este diario. Lo hizo tras plantear al Concello la inviabilidad económica del aparcamiento y de proponerle, sin éxito, una ampliación de la concesión, de 39 años, y una reducción del canon anual que abona al Ayuntamiento, de 6.000 euros.

Las conversaciones continúan abiertas en ese sentido, según confirma el alcalde, Juan González, mientras que la empresa mantiene el silencio a la espera de respuesta municipal.

El gobierno local nigranés no tiene por el momento una solución al asunto, aunque sí asegura que existe un expediente abierto, dado que la empresa ha vulnerado las condiciones del contrato "ao pechar de forma unilateral" un servicio que prestaba en dependencias de titularidad pública. Los servicios jurídicos y económicos municipales analizan el caso "para determinar se existen responsabilidades", indica el regidor.

Ley de Contratos Públicos

Al margen de posibles multas, fuentes municipales aseguran que los técnicos tampoco ven factibles las modificaciones contractuales que plantea la empresa para paliar las pérdidas, dado que entrarían en contradicción con la Ley del Contratos del Sector Público. En cualquier caso, el gobierno mantiene en marcha las negociaciones.

Estacionamientos Valle Miñor se creó en 2005 en el marco del grupo de empresas Miñor Galicia, en el que se integran Hormigones Val Miñor y Promociones Inmobiliarias Manuel Barros. Fue la única aspirante, ese mismo año, al concurso público convocado por el Concello, con el entonces alcalde Alfredo Rodríguez al frente, para construir el parking.

El aparcamiento abrió en 2007. Tras nueve años de actividad en medio de la crisis económica y con otros dos aparcamientos privados próximos que ofrecían una hora gratuita a sus clientes, apenas lograba llenar la mitad de su espacio en las jornadas más productivas. De ahí que la compañía insista en alterar las condiciones de la concesión para reconducir el negocio.