Hay que pensarlo bien antes de casarse en Cans y es que contraer matrimonio en esta parroquia porriñesa implica el compromiso, aunque no todos lo asumen, de organizar algún año las fiestas patronales en honor a San Esteban. La tradición se remonta a hace más de siete décadas y consiste en que, tirando de la lista existente en la iglesia, cada año se van nombrando a dos o a una pareja como mayordomos. A día de hoy la comisión la conforman parejas que llevan casadas 20 años por lo que quienes hayan pasado por el altar en los últimos tiempo seguro que aún le queda tiempo suficiente para prepararse.

"Se trata de un encargo comprometido, que te ocupa mucho tiempo e incluso supone un gasto", indica José Enrique Ocampo, que junto a su esposa Mercedes Novas y a sus cuñados Emilio Osorio y Mari Luz Novas, fueron los organizadores de las fiestas de este año, celebradas, como siempre los días 26 y 27 de diciembre. "Los últimos dos meses todo nuestro tiempo libre lo hemos dedicado a ello y tienes que involucrar a la familia e incluso pedir ayuda también a vecinos y conocidos para sacar todo adelante". Pero si estos dos matrimonios consideraron el encargo un gran reto, lo será aún más para los próximos mayordomos, Carlos Rodríguez y María Luisa Rodríguez, pues para el 2018 solo se ha nombrado a una pareja.

Precisamente el matrimonio entrante está obligado también a correr con los gastos de una gran merienda, a la que suelen asistir unas 300 personas, que se celebra la tarde de la segunda jornada de fiesta durante el acto de entrega del ramo. Esto es un laurel adornado como si de un árbol de Navidad se tratase y que se utiliza como símbolo del deber que se le encarga a la pareja. Todos ellos van ataviados para la ocasión y escenifican algo a modo de agradecimiento y acorde con la temática elegida. La de este año fue la emigración y la vida en el campo.

"En general cuando se les propone para ser mayordomos todos aceptan pero algunos candidatos rechazan serlo, bien por cuestiones de disponibilidad o si están de luto por la muerte de algún familiar", señala José Enrique. Y es que desde que uno es nombrado hasta los días de fiesta la actividad es frenética. Carlos y María Luisa ya están planeando estos días todo el año que les queda por delante, "como hacen siempre iremos a pedir puerta a puerta por todas las parroquias, también a los comercios de Porriño y al propio Concello, además tenemos pensado organizar algún evento, como por ejemplo una sardinada por San Juan para recaudar fondos, o montar un puesto de bocadillos en el Festival de Cans".