La sección cuarta de la Audiencia de Pontevedra acoge el martes un juicio contra un vecino de Covelo, JL. C.O., de unos cincuenta años de edad, acusado de prender un incendio con tres focos el 9 de agosto de 2016 en Piñeiro de Areas, localidad perteneciente al municipio covelense.

El incendio se produjo en las proximidades de la aldea, llegando a unos 50 metros de distancia de una vivienda y afectó también a un parque infantil, quemando la vegetación de parte del suelo del mismo. El Ministerio público pide que sea condenado a cuatro años de prisión y 2.400 euros de multa, además del abono de las correspondientes indemnizaciones.

Según Fiscalía, los fuegos se iniciaron sobre las 22.00 horas del 9 de agosto de 2016 después de que el autor salió de su casa y se dirigió a la zona denominada Os Carballos, por la parte alta de la aldea, con el fin de ocasionar un incendio forestal aprovechando que soplaba viento nordeste con una velocidad media de más de 65 Km/h, y rachas de casi 100 Km/ h.

Gran virulencia

Además de prender fuego en esta zona continuó por una senda forestal, volviendo a prender en un segundo punto de la misma, y seguidamente, por la misma senda continuó hacia la parte baja de la aldea, llegando a la zona conocida como Cruceiro, y desde la misma a la conocida como Os Outeiros, sita a unos 800 metros de distancia de la zona indicada en primer lugar, conocida como Os Carballos, donde prendió fuego nuevamente.Inmediatamente comenzaron a arder con gran virulencia, dada la intensidad del viento, los tres focos, propagándose rápidamente el primero de ellos, que quemó 0,11 hectáreas de terreno agrícola y también el último de esos focos, que quemó 2,04 hectáreas de terreno agrícola y forestal, mientras el segundo foco no llegó a propagarse, quemando tan solo unos 100 metros cuadrados de matorral. El incendio se produjo en zona muy cercana a Piñeiro de Areas, llegando a unos 50 metros de distancia de una vivienda y afectó también a un parque infantil, quemando la vegetación de parte del suelo del mismo.

Los servicios de extinción de la Xunta de Galicia llegaron al lugar, alertados por los vecinos, sobre las 23.00 horas, logrando apagarlo a las 14.40 horas del 10 de agosto de 2016, siendo necesaria la intervención de cinco cuadrillas de extinción de incendios, con veinte componentes, dos agentes forestales, cuatro motobombas y un helicóptero de extinción.

Sobre las 16.04 horas de ese mismo día, el 10 de agosto de 2016, el incendio se reactivó en dos puntos próximos al tercer foco.