El monasterio de Oia clama por una intervención de conservación urgente. Vecinos de la zona indicaron ayer que una parte del techo del cenobio cayó en la madrugada, agravando el ya deteriorado estado de este conjunto religioso del siglo XII, que está catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC).

Las ligeras lluvias de las últimas horas abrieron un importante boquete en la techumbre del ala norte del edificio, cuya situación no deja de empeorar desde que quedaron paralizados los proyectos urbanísticos destinados a rehabilitarlo como complejo hotelero y residencial.

"Como venga un invierno fuerte, se cae todo", vaticina José Antonio Rodríguez, de la asociación SOS Mosteiro, que desde hace años viene peleando porque se cumpla la Lei do Patrimonio, esto es, porque se garantice la conservación de este conjunto monumento único en la comunidad gallega.

Informe de Patrimonio

Por su parte, la alcaldesa de Oia Cristina Correa, manifestó ayer tarde a FARO DE VIGO que desconocía el estado actual de deterioro del edificio y que pediría en las próximas horas un informe a Patrimonio. "El Concello no es propietario de este edificio y no conoce la situación al día, en todo caso pediremos a Patrimonio que realice un informe exhaustivo del estado del conjunto", indicó.

La propietaria del conjunto, la sociedad Residencial Monasterio de Oia, acordó con el Concello en 2011 por el que la propiedad redactaba el plan especial de ordenación que regularía los detalles del complejo turístico, que incluía un hotel con 72 habitaciones y una urbanización de veinte chalés, y el Ayuntamiento se comprometía a modificar sus normas subsidiarias para darle cobertura legal.

Sin embargo, los vaivenes políticos impidieron que el pleno de la corporación diera luz verde, con lo que el proyecto quedó paralizado. De hecho, ahora los dueños piden una indemnización de 3,3 millones.

Sobre la situación urbanística, la alcaldesa señaló que se espera un informe de Augas de Galicia para poder continuar con la tramitación.

En cualquier caso, desde SOS Mosteiro insisten en que nada de eso exime a los propietarios de cumplir con la legalidad, que exigen a los dueños asegurar la conservación del bien y a la administración velar por que se haga de forma efectiva. "Ahora que a todo el mundo se le llena la boca con cumplir la ley y la Constitución, que hagan lo mismo con el monasterio", asevera José Antonio Rodríguez, que achaca el estado del monumento a la especulación urbanística.

Desde el verano, denuncia, ni siquiera se cumple el régimen de visitas, que obliga a abrir cuatro veces al mes las puertas del conjunto de recio estilo cisterciense y emplazamiento único, junto a la inmensidad del Atlántico.

La asociación atribuye a la falta de presión social en Oia la dejadez que está llevando al colapso del cenobio. De todos modos, avanza que presentarán ante el pleno una moción para que todos los grupos políticos muestren sus cartas en esta cuestión.