La tala de una veintena de árboles en la Avenida de Vigo en el entorno de la vieja estación de trenes de Chapela ha causado indignación entre los residentes de la zona, que critican que esta actuación no integrase el arbolado existente en la calle. En concreto, los trabajos para reformar las aceras acabaron con cerca de veinte magnolios que se situaban entre el cruce de la bajada a Pescanova, donde se ubica la parada de taxis, y el semáforo para acceder al apeadero ferroviario, además de otros tres ejemplares de gran porte de plátanos de sombra, de unos cuarenta años de antigüedad.

El presidente de la asociación de vecinos de Chapela, Marcial Pérez, asegura que varios residentes de la zona les trasladaron sus quejas por esta actuación, por lo que presentarán un escrito en el Concello para trasladar el malestar por la desaparición de los árboles. "Estamos a favor de la humanización de la calle, por lo que consideramos que el arbolado existente se tendría que integrar en el proyecto. Lo que no queremos es que la avenida se transforme solo en cemento, es importante que se mantengan las zonas verdes", afirma Pérez. El colectivo vecinal pide a los responsables municipales que repongan las especies retiradas por otras "porque la humanización no se puede quedar solo en aceras nuevas, también queremos los árboles".

Por su parte, desde el gobierno local, el responsable de Medio Ambiente, Miguel Ángel Álvarez, explica que los árboles fueron retirados por necesidad de las obras, y destaca que en el caso de los magnolios se intentaron salvar para trasladarlos a la zona de Quintela, aunque el gran tamaño de las raíces impidió que se pudieran retirar sin dañarlas, haciendo inviable su trasplante.

El edil señala que tanto los magnolios como los plátanos estaban causando importantes desperfectos en las aceras por el crecimiento de sus raíces y también destaca las continuas labores de mantenimiento y podas que requerían, pero asegura que la calle no se quedará sin árboles. En este sentido, indica que el departamento de Parques y Jardines está estudiando la plantación en la zona de otras especies más adecuadas para un espacio urbano, que requiera menos atención y que sus raíces no causen tantos daños.