El fuego ha dejado sin vegetación el pedregoso Monte do Castro de Chandebrito y las grandes rocas que se sitúan en la cima han quedado al descubierto por completo. El montículo se sitúa junto a las casas y la inquietud vecinal al observar tales formaciones graníticas sobre sus tejados ha llevado a la comunidad de montes de la parroquia a contratar un informe técnico, que certifica que existe un riesgo de desprendimiento que podría ocasionar graves daños a las 14 viviendas emplazadas en primera línea a sus pies, así como a vehículos y personas que circulen por la zona. Así lo confirmó ayer el presidente de la entidad, Víctor Vidal, quien ha remitido el estudio a la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta para solicitar permiso para actuar con urgencia y estabilizar las peñas que, según asegura, pesan entre 3 y 10 toneladas. El Concello de Nigrán se sumó ayer a la preocupación de la parroquia y apremió a la Xunta a realizar un estudio para determinar si hay peligro real.

El estudio encargado por los comuneros, firmado por Antonio Davila -presidente de la delegación viguesa del Colexio de Arquitectos de Galicia- alerta del peligro de derrumbe de media docena de peñas de gran tamaño situadas en una franja de 50 metros en la cara suroeste de la colina. Para evitar riesgos, el profesional plantea actuar con celeridad y propone varias medidas que el departamento autonómico deberá autorizar tras analizar el estado del lugar. Entre ellas, el profesional sugiere la retirada de algunas de las rocas siempre que no suponga un nuevo riesgo de desprendimiento de otras o la aplicación de algún material que contribuya a consolidar las bases de las piedras, explica Víctor Vidal. Eso sí, cualquier intervención será dificultosa por el acceso complicado a la cima del monte y deberá ser testada por los técnicos de la Xunta para evitar mayores riesgos o daños al yacimiento prehistórico que le da nombre, advierte el presidente de los comuneros, quien espera que el Ejecutivo gallego responda "con la mayor celeridad".

"Non queremos alarmar"

El Ayuntamiento también dispone de un informe encargado a la Policía Local, que también alude a "un posible peligro de desprendimiento ante una riada o lluvias". El atestado ha sido remitido a la comunidad de montes y al Gobierno gallego y el propio alcalde, Juan González, ha trasladado de palabra la angustia vecinal al delegado de la Xunta en Vigo, Ignacio López Chaves, y a los técnicos de Patrimonio que visitaron el entorno la semana pasada. "Pedimos á Xunta que estudie o asunto de inmediato. Non queremos alarmar a poboación, pero neste caso preferimos pecar de precavidos", recalcó ayer el regidor.