La alarma por la falta de agua es máxima en el Concello de Baiona. De continuar en caída libre el embalse de Baíña, habrá que tomar una decisión en apenas dos semanas. O se lleva a cabo la conexión con la red de Vigo, o bien se inician las interrupciones de suministro. El alcalde, Ángel Rodal, se inclinó ayer por el enganche a la presa viguesa de Zamáns, a través de los colectores de Nigrán, en la tercera semana de diciembre, "antes de llegar al límite". "Los cortes no son buenos", señala. La reserva de agua ubicada en el municipio olívico está en su punto de mira, no solo a corto plazo, sino también desde una perspectiva de futuro. Más allá de las medidas inmediatas para garantizar el abastecimiento a la población que deberá autorizar Augas de Galicia, el regidor planteará a Augas de Galicia que Zamáns se reserve en exclusiva para surtir a los 45.000 habitantes de la comarca miñorana tras una ampliación. Lo hará tras instar el director del organismo autonómico, Roberto Rodríguez, al Ayuntamiento a propuestas a varios años vista para evitar que se repita la situación actual.

El regidor baionés, todavía presidente de turno de la Mancomunidade, quiere que sea el ente supramunicipal el que formule la propuesta a nivel comarcal ante el organismo autonómico. Para ello solicitará apoyo a sus homólogos en Nigrán y Gondomar, a quienes convocará en los próximos días. "Está claro que en Baiona teníamos almacenamiento para 7 u 8 meses hasta ahora, pero el cambio climático nos dice que eso ya no va a ser así y que tenemos que buscar soluciones a largo plazo. Es lógico que Zamáns se dedique en exclusiva al Val Miñor. El río que lo alimenta desemboca en el río Miñor y además ya surte a Nigrán", explica.

La presa viguesa, construida en 1960, abastece a poco más de un 10% de la población de Vigo, los habitantes de las parroquias del oeste, además de la red pública de Nigrán y el polígono de A Pasaxe, en el municipio de Gondomar.

Nuevas captaciones

Mañana lunes será un día clave en la gestión de la sequía en Baiona. El alcalde y la concejala de Medio Ambiente, María Iglesias, esperan impacientes el dato del boletín hidrológico de la Xunta, el que informa semanalmente de cuánta agua queda en Baíña. El pasado lunes se encontraba al 26,20%, un mínimo histórico y ambos gobernantes sospechan que las lluvias de los últimos días apenas habrán contribuido a mantener la misma cifra.

Así que se muestran convencidos de que serán necesarios o bien el enganche a Vigo o los cortes, pero además trabajan en la búsqueda de alternativas para conseguir más agua que Augas de Galicia no ha contemplado. Mañana mismo mantendrán una reunión urgente co representantes de la adjudicataria del servicio municipal de abastecimiento y saneamiento, Gestagua, para valorarlas.

Ya han visitado los montes de A Granxa, en la parte más alta de Belesar, una zona rica en acuíferos para tratar de realizar nuevas captaciones que alimenten Baíña. "Los técnicos de la concesionaria lo ven viable, sobre todo porque esos manantiales se encuentran en una zona más elevada y no son necesarios los bombeos", comenta Rodela. Se plantea también trasvasar agua desde el río Groba, que todavía conserva un caudal aceptable pese a la sequía.

En cualquier caso, ninguna de las soluciones podrá ser efectiva antes de tres meses, ya que habría que realizar obras para instalar las canalizaciones, señala el regidor.