Sin contratiempos. A las 18.30 horas y ya oscuro, La Pinta entró de nuevo en la bahía de Baiona, tras un periodo de reparaciones en A Guarda. Es la tercera vez en trece años que la emblemática embarcación se mantuvo alejada de Baiona, un tiempo para una reparación a fondo en dique seco.

Esta nueva puesta a punto costó al Concello 30.000 euros, incluidos en el presupuesto municipal de este mismo año. La necesidad de tener la embarcación en buen estado y los preparativos para la celebración en marzo de una edición muy especial de la Festa da Arribada justifican la inversión.

La primera reparación de la nao tuvo lugar durante un año y medio entre 2004 y 2005 y la segunda, en 2012, apenas cuatro meses. Hace dos ejercicios que la carabela registró otra importante intervención en su pantalán, que podría mantenerla en buen estado otro más, según explicó el alcalde, Ángel Rodal, pero el gobierno local forzó las mejoras para que luzca radiante para una Festa da Arribada "que tiene que ser especial por la importancia de la efeméride".

La réplica fue construida hace 25 años, en el quinto centenario de la llegada a puerto de la embarcación, el 1 de marzo de 1493, capitaneada por Martín Alonso Pinzón, con la noticia del descubrimiento. En 1999 se reacondicionó el interior de la nave, dotándola de todos los elementos de la época colombina, tanto de la cultura cristiana como de la indígena cultura taína, para que el visitante vea la carabela tal y como llegó a Baiona en 1493 y reviva la gesta del descubrimiento de América contemplando las figuras que representan a la tripulación y a los indígenas americanos, además de reproducciones de los metales, plantas, alimentos y animales exóticos hallados en el nuevo mundo para lo cual cuenta con paneles interpretativos y juegos interactivos.

La nave estuvo varias semanas en el astillero guardés. El casco fue sometido a una reparación integral de cara a la próxima Festa da Arribada, una edición que el Concello pretende celebrar por todo lo alto, dado que conmemorará el 525 aniversario de la llegada de la carabela a aguas baionesas.