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REDONDELA

Los incendios causan daños irreparables en dos petroglifos de Pazos de Borbén

Los grabados de Rego Novo desaparecen por la acción del fuego y en As Tenxiñas afectó a varios elementos

Los técnicos estudian los daños de los incendios en el petroglifo de As Tenxiñas. // J. Álvarez

Los incendios que el pasado mes asolaron los montes de la comarca tuvieron una especial incidencia en Pazos de Borbén, donde "tres cuartas partes" del terreno forestal acabó pasto de las llamas, según indicó el alcalde, Andrés Iglesias. Pero otra de las consecuencias de la virulencia del fuego, además de la pérdida del patrimonio natural, fueron los daños al patrimonio cultural, sobre todo en la zona de Amoedo, que atesora una excepcional concentración de restos arqueológicos con 21 mámoas, más de un centenar de petroglifos y un foxo do lobo.

Muchos de los grabados rupestres quedaron ennegrecidos por el humo aunque, según la inspección realizada por un equipo de arqueólogos, los daños más graves fueron en el petroglifo de As Tenxiñas en Borbén y el de Rego Novo, en Amoedo. En el primero, la superficie de la piedra de granito resultó agrietada en algunos puntos por el termoclastismo que afectó a varios de los ciervos del conjunto, así como otros grabados de tipo abstracto, mientras que el yacimiento de Rego Novo desapareció por completo por el fuego.

Minimizar daños

Pese a la importancia de los daños, la agresividad de los incendios sobre la mayor parte de los petroglifos, mámoas y el foxo do lobo que conforma la Senda Arqueológica de Amoedo se redujo de manera considerable gracias a que este año se mantenían limpios de maleza el entorno de los yacimientos de la senda de Amoedo, al implicarse el Concello en el mantenimiento y las labores de desbroce.

Las labores de inspección, realizadas por un equipo encabezado por el director del Centro Arqueológico de Campo Lameiro y arqueólogo técnico de la Xunta, José Manuel Rey García, con la colaboración de los arqueólogos del Instituto de Estudos Miñoráns (IEM), Xosé Lois Vilar y Manuel Ledo, y los promotores de la Senda Arqueológica de Amoedo, Jorge Álvarez y Antonio Graña, también permitió localizar más de medio centenar de grabados rupestres que hasta ahora se encontraban ocultos bajo la maleza, y en algunos casos, nuevos motivos en los conjuntos de petroglifos, como coviñas o cazoletas, el elemento abstracto más sencillo y representado; combinaciones circulares o representaciones abstractas que agrupan distintos elementos de representación; o el caso de un petroglifo que de dos pasó a cinco puñales junto a un podomorfo, entre otros.

El técnico de la Xunta elaborará un informe para Patrimonio que dará cuenta del potencial arqueológico de la zona y se valorará la posibilidad de solicitar una figura de protección patrimonial para las áreas donde se concentran estos recursos.

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