Los 300 documentos de identidad robados en 2014 en Salvaterra do Miño han aparecido, tres años después, en Atenas, durante una operación internacional contra el tráfico ilegal de personas. La investigación se ha saldado con 67 detenidos , de los que 21 pertenecen a una organización criminal dedicada al favorecimiento de la inmigración ilegal de ciudadanos albaneses con destino a Reino Unido.

En el operativo figuran agentes de la Policía Nacional, policías griegos y miembros de la BKA alemana, todos ellos coordinados por Europol. Además de los detenidos, se han desmantelado en Grecia tres laboratorios clandestinos utilizados para falsificar los documentos con los que intentaban introducir ilegalmente a los inmigrantes en Reino Unido. En total han sido detenidas 12 personas mientras transitaban por el aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas con el fin de viajar ilegalmente a Reino Unido, 9 en el aeropuerto de Alicante, 11 en el de Málaga, 4 en el de Ibiza, 2 en el de Barcelona, una en Gran canaria, 3 en Palma de Mallorca y dos en el aeropuerto de Tenerife Sur.

Según la Policía, el análisis de la documentación utilizada por los detenidos permitió a los expertos llegar a la conclusión de que todos los documentos tenían el mismo origen. Comenzaba así una investigación que llevó a los agentes hasta las personas que se encargaban de gestionar los viajes de los inmigrantes, los cuales formaban una estructura criminal asentada en Grecia.

El funcionamiento de la organización era básicamente el siguiente: algunos de sus miembros eran los encargados de captar a jóvenes albaneses que huyen de su país buscando una vida más próspera, los convencían de que la encontrarían en el Reino Unido y les facilitaban la documentación falsa necesaria para llegar hasta allí, normalmente cartas y otros documentos de identidad de distintos países de la Unión procedentes de soportes robados en blanco.

A continuación viajaban al Reino Unido, utilizando principalmente dos rutas, una de ellas transitando en los países nórdicos, principalmente Suecia. La otra utilizando España como país de tránsito y normalmente con cartas de identidad griegas o chipriotas. Los viajes se producían directamente desde Atenas o vía Roma con llegada principalmente a El Prat de Barcelona. Allí recibían instrucciones para distribuirse por otros aeropuertos para viajar a Reino Unido con el fin de no levantar sospechas.

El operativo policial en Atenas registró tres laboratorios en los que se falsificaba la documentación que después se proporcionaba a los inmigrantes y en los que fueron intervenidas varias impresoras y escáneres, así como diversos útiles para la falsificación de documentos y sellos húmedos de distintos países de la Unión Europea, cientos de tarjetas de embarque de los emigrantes clandestinos y más de 60.000 euros en metálico.

Entre los documentos intervenidos destacan más de 300 DNIs y pasaportes españoles que, tras su posterior análisis, resultaron formar parte de la partida de documentos sustraídos en blanco en el año 2014 en la oficina de documentación de Salvaterra do Miño. También numerosos documentos de identidad de otros países de Alemania, Bulgaria y otros países de la Unión.