Los vecinos de Baiona consumieron un total de 820 toneladas de agua el pasado domingo, un 30% más de lo habitual. Un pico de gasto justificado ante la oleada de incendios que amenazó decenas de viviendas tanto en el centro urbano como en Baíña y que obligó a los ciudadanos a echar mano de mangueras y cubos para tratar de atajar el desastre con sus propias manos ante la falta de medios externos para sofocar las llamas. El Concello anunció ayer que los afectados no verán incrementado el recibo el próximo enero, correspondiente a los meses de octubre, noviembre y diciembre. Se les cobrará la misma cantidad consumida el año pasado en el mismo período, según confirmó ayer la concejala de Medio Ambiente, María Iglesias.

El gobierno municipal solicitó ayer a la empresa concesionaria del servicio de abastecimiento y saneamiento, Gestagua, que no repercuta el consumo extraordinario en la próxima factura y la compañía aceptó en solidaridad con los vecinos."Ante los arduos esfuerzos realizados por la población para minimizar los daños, el Concello quiere agradecer su encomiable valor y devolver parte de los recibido a los baioneses", señaló el alcalde, Ángel Rodal.

El pico de gasto coincide con una situación de alerta por el bajo nivel de la presa de Baíña. Según los últimos datos de la Xunta, el embalse que surte a Baiona se encuentra al 39% de su capacidad. En cualquier caso, el consumo extra registrado el domingo a causa de la ola de incendios "no afectará a la reserva", recalca María Iglesias. "Es una cantidad mínima en relación al volumen total y confiamos en que se recuperará pronto con las lluvias", añade la edil.