Los años pasan pero los buenos recuerdos perduran toda la vida. Los componentes del histórico grupo Coros y Danzas de Redondela se reunieron ayer, cuatro décadas después de su desaparición, para disfrutar de un trabajo audiovisual sobre su trayectoria. Los éxitos de esta formación, dirigida por Wenceslao Cabezas del Toro "Polo", logró llevar entre los años 1969 y 1976 el nombre de la villa de los viaductos hasta lo más alto del baile y la música tradicional a nivel nacional e incluso internacional.

El vídeo documental, realizado por dos de los componentes del grupo, José Luis Durán Ferro y Aurora Bastos Barciela, ofrece un emotivo recorrido por la trayectoria de esta formación que cuenta, entre otros méritos, con haber ganado en varias ocasiones el Festival Rexional de Coros e Danzas, donde consiguieron en una misma edición las medallas de oro al mejor grupo folclórico nacional, mejor grupo de gaitas y mejor pareja de baile. También consiguieron llevar el nombre de Redondela ante millones de personas al actuar en 1972 en el festival de la OTI, muy popular en la época.

"Nos queda un recuerdo excepcional de aquella época porque fueron los mejores años de todos los miembros del grupo. Éramos muy jóvenes y estábamos muy unidos, como una familia, y quizás ese fuese el secreto del éxito que alcanzamos", comenta Aurora Bastos.

El director del grupo, Wenceslao Cabezas, destaca el "esfuerzo y la dedicación" de todos los componentes del grupo. "Para llegar a lo más alto se necesitaba constancia y disciplina, y nadie escatimó esfuerzos y se realizó un duro trabajo para conseguir situarnos como uno de los mejores de toda Galicia", apunta.

Entre las anécdotas de esta formación destaca el favor que le hicieron al alcalde de Redondela de la época, Pedro Otero Rey, cuando el tradicional grupo de la Danza de Espadas y Penlas decidió no salir a bailar en unas Festas da Coca por no estar de acuerdo con la remuneración económica que percibían. Los miembros del grupo de Coros y Danzas de Redondela decidieron sustituirlos para no perder esta tradición y fue la primera vez en la historia que hubo mujeres entre los mozos de la danza.

Las amistades que se forjaron durante aquella época entre todos los componentes aún dura hoy en día, donde sus miembros procuran reunirse cada cierto tiempo para recordar sus vivencias. "Eramos una piña y así seguimos, todos estamos muy unidos porque pasamos juntos toda nuestra juventud", afirma Aurora.

La historia de este grupo quedó plasmada en un libro de más de 500 páginas que editaron en el año 2010 y que ahora llega al formato audiovisual con un documental en el que se incluyen sus mejores actuaciones.