La asamblea de ayer resulta de vital importancia para los opositores al cabildo. El conflicto dura ya año y medio y sus intentos de derrocar a la patrona han caído en saco roto. Su propuesta de moción de censura no contó con apoyos suficientes entre los miembros de la xunta xeral y el pósito echó abajo por "defectos" el listado de firmas presentadas para exigir elecciones anticipadas. Esta victoria marca un antes y un después porque demuestra, aseguran, que la dirección pierde apoyos entre las mariscadoras de a pie. Por ahora lo único que se plantean es concurrir a las elecciones cuando finalice el mandato, en julio de 2018, pero no descartan ninguna otra opción antes de esa fecha.