El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 2 de Vigo desestimó la pretensión de la empresa JCA Hormigones S.A. de ser indemnizada por el Concello de Redondela en casi 1,2 millones de euros, a consecuencia de la anulación de licencia de apertura y puesta en funcionamiento de su planta cementera en el polígono industrial de Millarada, en Vilar de Infesta. El gobierno local se felicitó ayer por la resolución "definitiva" de una contienda judicial que duró tres años. El grupo JCA entró en 2013 en concurso de acreedores.

El Concello anuló la licencia de la planta hormigonera tras las reiteradas denuncias de un vecino que residía en las inmediaciones de la fábrica por las molestias que causaba su actividad. Una sentencia confirmada por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia en 2007 obligó al Ayuntamiento a iniciar el trámite de revisión de licencia.

En 2008, el alcalde Xaime Rei ordenaría la anulación de la licencia, en conformidad con un dictamen vinculante del Consello Consultivo de Galicia, por incumplir el reglamento de actividades molestas, insalubres, nocivas y peligrosas.

Hormigones JCA presentó una demanda al considerar que la anulación de la licencia les supuso un grave quebranto económico. Llegaron a cifrar los daños en 30 millones de euros, basándose en la facturación de cuando tenía la contrata para fabricar las dovelas del AVE de As Maceiras, aunque luego la empresa se hundiría. La compañía finalmente presentó en la vista celebrada en abril una reclamación patrimonial de 1.178.999,58 euros.

En la sentencia hecha pública ayer, el juez desestima la pretensión de indemnización y determina que el Concello se ajustó a la legalidad ya que "la declaración de nulidad de la licencia no llegó a tener ninguna repercusión práctica en sí misma, ya que la empresa siguió con su actividad hasta el cierre, motivado por circunstancias ajenas a dicha declaración". El alcalde Javier Bas agradeció a los servicios jurídicos municipales su "trabajo serio y perseverante" en este pleito.