El polémico edificio junto a la entrada a la AP-9 en Chapela, cuya construcción se paralizó hace 20 años, ha generado un conflicto en la parroquia. Vecinos opuestos a que se legalice para destinarlo a usos sociales impidieron el lunes la celebración del Consello Parroquial que siete colectivos habían solicitado al objeto de debatir una moción que pediría al Concello un estudio de viabilidad del proyecto.

El concejal del gobierno local Miguel Ángel Álvarez Ballesteros optó por suspender la reunión cuando "unos 40 vecinos ocuparon la sala donde se iba a celebrar y se negaban a salir", explicó. El grupo llevaba carteles con lemas como "no a la prevaricación" y exigía participar en el Consello. El edil les transmitió que la reunión no era pública sino cerrada a los representantes designados. La Asociación de Vecinos decidió hace tiempo no participar en el órgano parroquial.

Los convocantes del Consello, encabezados por la Asociación de Afectados de la AP-9, solicitaron esa reunión extraordinaria después de que en el último pleno de Redondela se debatiese sobre la "compra" por parte del Concello del edificio "ilegal" de Chapela. El presidente del colectivo de afectados, Rafael Baltasar Cela, insiste en que "no se iba a hablar de comprar el edificio, sino de hacer un estudio de viabilidad técnica, jurídica y económica" para ver su situación legal y las opciones de instalar allí dotaciones municipales y locales para las asociaciones de Chapela. El gobierno de Javier Bas lanzó hace cuatro años la propuesta de instalar en el inmueble un vivero de empresas, en colaboración con Zona Franca.

En declaraciones a Radio Redondela, el portavoz de la AVV de Chapela Marcial Pérez aseguró que la ley ampara que los órganos de participación ciudadana sean públicos y culpó a "los representantes del PP" de ausentarse del Consello Parroquial para no llegar al quorum mínimo para su constitución.