Hermanadas desde hace 23 años por su papel en el Descubrimiento de América, las localidades de Baiona y Santa Fe de Granada refuerzan más que nunca sus lazos. Más allá de lo histórico e institucional, la unión ente ambos pueblos alcanza una dimensión sentimental que la concejala de Urbanismo baionesa, Ana Simóns, reveló ayer tras dimitir de su cargo en el Concello. Se muda a la villa granadina para "iniciar una nueva etapa" de su vida, "tanto en lo personal como en lo profesional, incompatible con el servicio a los vecinos". Formalizará así la relación que ha iniciado hace año y medio con el exalcalde santaferino Sergio Bueno y continuará, después de una década de dedicación a los asuntos urbanísticos locales, su formación como arquitecta especializándose en la rehabilitación de inmuebles antiguos.

Ese es el verdadero motivo de su renuncia, según insistió ayer la edil. "Nada que ver", reiteró, con el expediente municipal que ocasionó el cierre temporal de la discoteca Villa Rosa, propiedad de su familia, hace poco más de un año. "Claro que me dolió ese asunto, porque me duele ver sufrir a cualquiera, especialmente si es familiar, pero yo siempre fui totalmente ajena a ese caso. Existía una incompatibilidad de intereses y siempre me mantuve al margen. Si hubiera querido marcharme por esa cuestión, lo habría hecho cuando se abrió el proceso hace dos años, no ahora", recalcó.

El amor mueve montañas y, en esta ocasión, ha acercado a dos rivales políticos y "hermanos" de adopción. Ella milita en el PP y es vicepresidenta segunda de la agrupación local de Baiona y asegura que continuará en el partido "en la medida que la distancia me lo permita", mientras que él ha sido alcalde por el PSOE. Las discusiones ideológicas de la pareja se resuelven "con mucho diálogo y capacidad negociadora", bromea la todavía segunda teniente de alcalde baionesa.

Su decisión ha sido muy meditada, en la línea de responsabilidad que ha mantenido a lo largo de su actividad pública. Su trayectoria al frente de la oficina municipal de Urbanismo ha dado grandes noticias a Baiona como la aprobación del PXOM, el Pepchab o el Plan Especial del Puerto, así como humanizaciones de calles y la rehabilitación de la biblioteca, pero considera que ha llegado el momento de dar un giro y dejar atrás una etapa que se tomó al principio "casi como un máster académico al acabar la carrera de Arquitectura" y que ha acabado convirtiéndose para ella en "un máster de vida".

Admite que tiene "el corazón partido". Siente "morriña" sin haberse marchado todavía de su "querida Baiona" y un "profundo agradecimiento a todos los compañeros del gobierno y la oposición, funcionarios y trabajadores municipales y sobre todo a los vecinos, por haberme dado esta oportunidad" a la vez que una gran "ilusión" por el cambio.