Las playas de Arealonga, en Chapela, y Delicias, en la localidad coruñesa de Sada, suspendieron por sexto año consecutivo el examen de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA), motivo suficiente para que la institución europea pida su cierre definitivo. Si las zonas de baño son evaluadas como "calidad pobre" durante cinco temporadas seguidas, la directiva europea exige la prohibición del baño permanente o la advertencia constante a los bañistas.

El informe "European bathing water quality" de la Agencia Europea de Medio Ambiente, dado a conocer este año y que, con datos de 2016, recoge la información de las zonas de baño europeas, establece que más del 93% de las 2.191 playas españolas (marinas y fluviales) presentan una calidad de sus aguas excelente (85%) o buena (8,8%), si bien hay un 1,8 por ciento (39 arenales) con valores "pobres". Con todo, la AEMA aclara que, en comparación con los resultados del año anterior, el número de zonas de baño españolas con baja calidad se ha reducido en 19, pues en 2015 fueron 58.

Los resultados del trabajo concluyen que 1.853 zonas de las 2.191 que abarca la hidrografía española presentan una "excelente calidad". La calidad de 192 zonas (un 8,8% del total) ha sido calificada como "buena" y la de otras 71 (un 3,2%) como "suficiente". Sin embargo, España se clasifica como tercer país de la Unión Europea con mayor número de playas y ríos no aptos para el baño. Sólo Italia con 100 zonas con valores pobres (un 1,8%) y Francia con 82 zonas de baño de baja calidad (2,4%) superan a España en número de zonas con agua deficiente según el informe de 2017.