El Ministerio de Fomento inició esta semana los trabajos para instalar un semáforo con paso de peatones en la carretera N-550 en la zona de As Cardosas, en Redondela, una medida de seguridad vial que los vecinos de la zona llevan años reclamando, que también incluirá la construcción de aceras en varios puntos de la N-555 (Redondela-Peinador).
La colocación del semáforo responde a las gestiones realizadas por el gobierno local para mejorar la seguridad vial en este tramo dotado con tres carriles de circulación -dos en dirección a Porriño y uno hacia Pontevedra-, ya que se trata de un punto muy transitado por peatones para acceder al núcleo urbano desde las parroquias de Cedeira y Negros. Además en época escolar es muy frecuentada por niños, puesto que a escasos metros se encuentra una de las paradas del autobús de los colegios de la zona.
La actuación se engloba en un proyecto más amplio dotado con una inversión de 321.370 euros para mejorar la seguridad vial en este entorno, que incluye la construcción de aceras en varios tramos de la N-555, respondiendo así a las demandas desde hace mucho tiempo de los vecinos de Cedeira y Negros, ante el riesgo de atropello que padecen a diario.
En concreto, la construcción de aceras afectará a tres tramos entre los puntos kilométricos 1,8 y 3, ya que se trata de puntos muy peligrosos del vial debido a su escasa anchura y a la ausencia de arcenes, como en el entorno de la iglesia y el centro cultural de Santo Estevo de Negros, donde hay varias curvas muy cerradas y de escasa visibilidad. A esta medida se une el paso de peatones con semáforo en la rotonda de As Cardosas. Esta zona es uno de los puntos de Redondela con mayor densidad de vehículos puesto que por esta travesía pasa a diario todo el tráfico que se dirige por la nacional desde Pontevedra hacia Porriño y Portugal, o al contrario.
Ampliación de un carril
Atravesar este vial en hora punta supone un serio riesgo para los peatones, una situación se agravó hace siete años, en 2010, cuando se amplió un carril en este tramo entre la intersección con la N-552 (Redondela-Vigo) y la rotonda situada tras el Convento de Vilavella. Incluso en ese proyecto ya se estudió la instalación del semáforo, que también serviría para facilitar la incorporación de vehículos desde la calle Salgueiral, aunque finalmente no se llegó a colocar.
La reforma de la carretera N-555 también es una demanda de los últimos gobiernos municipales, tanto por el bipartito presidido por Xaime Rei, como por el del popular Javier Bas, debido a que se trata de un vial con un importante tránsito de peatones.
