"Actualmente un monte que dependa de los recursos de la madera no es rentable". Así de tajante se mostraba ayer Xesús Represas, vicepresidente de la Asociación Forestal de Galicia, que integra a unas 300 comunidades de montes de toda la Comunidad, entre las que se encuentran las de la comarca del Condado Paradanta. Represas añade que "si no es rentable se acaba abandonando y eso es lo que precisamente queremos evitar", de ahí que reclamen a las administraciones públicas "la estimulación del consumo de madera", poniendo como ejemplo el impulso de la biomasa, "lo que supondría consumir con lo que nosotros tenemos, promoviendo empleo y un ahorro importante de costes para todas las partes". En este sentido, "sería apropiado que, al igual que se hace con otros sectores, con el de la madera también se realice un apoyo económico inicial para que despegue".

Represas transmitió este mensaje durante el encuentro mantenido con el grupo parlamentario del BNG en un recorrido por los montes de las parroquias de Ribadetea, Xinzo y Guláns (en Ponteareas) y de Mos. "Luego de tres años de reuniones infructuosas con Medio Rural, optamos por mostrarles a los parlamentarios, sobre el terreno, la situación real y los problemas de los montes vecinales gallegos", explica. Los nacionalistas, encabezados por Luís Bará, fueron los primeros en participar de esta iniciativa el pasado sábado, a los que seguirán los de En Marea y los del PSOE, quedando aún por concretar la visita de los parlamentarios del grupo Popular.

Según los propietarios de los montes, estos "precisan de políticas activas que demuestren que se está tomando en serio el sector forestal gallego, esto es, por ejemplo, implantar incentivos fiscales para que veamos en nuestros montes una oportunidad y no un problema. Es necesario hacer una apuesta decidida y valiente por el monte como elemento generador de riqueza y canal de asentamiento de la población en el rural y, consecuentemente, como una herramienta útil y eficaz contra la despoblación", defiende Represas.

Todas estas reivindicaciones están recogidas en los dos documentos que desde la AFG le entregan a los parlamentarios. En uno se refleja la realidad económica de las comunidades de montes y en otro se plasman una serie de medidas de política forestal que la asociación viene reclamando en los últimos años. Así, se recoge la necesidad de que se convoquen líneas de ayudas para apoyar la realización de planes de ordenación de los montes, "porque un terreno parcelado tiene también un menor riesgo de incendio"; la eliminación de burocracia, "pues a veces la administración es más un atranco que un apoyo, generando pérdida tiempo y dinero" y la modificación de la legislación referente a los vertidos en el monte, "ya que no es justo que la víctima cargue con la culpa, teniendo que pagar la multa y la retirada de la basura que alguien deposita". En este sentido, pone como ejemplo los 2.800 euros que la Comunidad de Montes de Xinzo tuvo que pagar a un gestor autorizado para que retirase uno de los últimos vertidos localizados, "dinero que ya daría para pagar dos nóminas".

Precisamente, también sobre el tema de generación de empleo habló Represas, y es que "si los montes funcionasen bien y teniendo en cuenta que existen unas 2.800 comunidades en toda Galicia, si tuviesen de media a dos personas en plantilla, algunas tienen ya más, supondrían 5.600 puestos de trabajo".