El primer plan estratégico del sector viverista del Baixo Miño, presentado en Tomiño, apuesta por invertir en investigación aplicada al sector y en una mayor profesionalización en los viveros de menor tamaño.

Esas son dos de las conclusiones que se extraen del trabajo presentado en Tomiño con la presencia de los alcaldes de los tres municipios promotores A Guarda, Tomiño y O Rosal; miembros de acuBam (Asociación de Viveros del bajo Miño), y otras empresas afines.

Los tres concellos trabajaron de forma conjunta, con la colaboración de ICSEM SL (Instituto para el Crecimiento Sostenible de la Empresa), en la diagnosis y en la elaboración de un Plan Estratégico y Operativo del Sector del Viverismo, que determina las líneas de trabajo a desarrollar con el fin de resolver puntos críticos del sector buscando la mejora de su competitividad.

Según explicaron, el objetivo del estudio es "impulsar el crecimiento sostenible y viable del sector, como estrategia de desarrollo local, social, económico y ambiental", con el fin último de mejorar la calidad de vida de los trabajadores del sector, que cuenta con 140 empleados en empresas de planta ornamental y 70 de flor cortada (80% de ellos mujeres).

El documento, acordado y elaborado con apoyo muy representativo de las empresas que integran la cadena de valor de los sectores productivos de la planta y flor cortada de la comarca, parte de una diagnosis pormenorizada de las condiciones en las que se encuentra el sector, analizando situación económica, recursos materiales, logísticos y humanos; sistema de trabajo, producción, venta y distribución, perspectivas de crecimiento y expansión, etc.

En la realización del plan participaron más de 20 productores de los tres ayuntamientos implicados en el proyecto, con una superficie cultivada de unas 100 hectáreas, en el caso de la planta ornamental, y 7,5 ha. en el de la flor cortada.

Entre las debilidades encontradas, destaca la escasa inversión en temas de investigación aplicada al sector; bajo nivel de profesionalización en los viveros de menor tamaño, localización geográfica aislada y bajo nivel de innovación tecnológica.

En el sector de la flor, se percibió también escasa colaboración a nivel productivo y de comercialización, producto altamente perecedero, dependencia de pequeños productores, baja formación en gestión y comercio exterior.

Las fortalezas detectadas vienen caracterizadas por la existencia de una comercializadora de planta ornamental que agrupa el 70% de la producción total de la comarca; el asociacionismo representado por ACUBAM; la Muestra de Cultivos ya consolidada y la actitud de los productores hacia la formación y al conocimiento de las tendencias de mercado y consumo.