La Xunta publicó ayer en el DOG la transferencia a favor del Concello de Salvaterra de Miño de la carretera PO-409, que conecta esta localidad con A Rañada. El Ayuntamiento de Salvaterra había manifestado a la Consellería de Infraestruturas su interés por el cambio de titularidad de la carretera PO-409, que discurre íntegramente por este término municipal, una vez que la administración autonómica acondicionara el tramo urbano.

Según explicó ayer la Consellería, la carretera PO-409 (Salvaterra-A Rascada), perteneciente a la red secundaria de titularidad autonómica, cuenta con una alternativa de mayor nivel de servicio: la carretera PO-510 (Atios-Oleiros), que forma parte de la red primaria básica de carreteras y discurre prácticamente en paralelo, por lo que registra un tráfico principalmente local.

Esta vía, con un total de 1,79 kilómetros de longitud, puede dividirse en dos subtramos: el primero, desde la intersección con la PO-403 hasta la obra de paso sobre el Tea; y el segundo, desde este punto hasta el final de la carretera, en la intersección con la PO-510.

Con esta transferencia, el Concello podrá actuar sobre esta vía de acuerdo con sus características urbanas, y en ella ya no serán de aplicación las restricciones de la normativa autonómica de carreteras, como por ejemplo las limitaciones de usos o actividades en sus márgenes o accesos, al mismo tiempo que se reducirán las cargas administrativas sobre los ciudadanos de los núcleos por los que discurre.

La Xunta finalizó el acondicionamiento en el tramo urbano de la PO-409 y posteriormente, tras el acuerdo con el informe emitido por los servicios competentes, formuló propuesta favorable a la transferencia de titularidad.

En 2016, la Axencia Galega de Infraestruturas licitó las obras de renovación de los servicios de saneamiento y drenaje y el acondicionamiento del firme en esta vía, que se finalizaron a principios de 2017. El gobierno gallego financió estas actuaciones con un coste de unos 270.000 euros.