La incertidumbre se instala en el centro cultural de Baíña a causa de una denuncia urbanística. La ha interpuesto la familia de la pastora que mantiene un conflicto con la comunidad de montes, titular del edificio, por carecer de licencia de actividad para la cafetería y por encontrarse la construcción fuera de ordenación según el Plan Xeral de Baiona. El Concello inicia los trámites para abrir un expediente que podría acabar en cierre de la entidad. El alcalde, Ángel Rodal, y la sociedad mancomunada esperan resolver el problema antes de llegar a tal extremo. Pero por el momento no se descarta la posibilidad de paralizar las actividades de las que disfrutan doscientos vecinos. Así que el Ayuntamiento ya ha ofrecido locales alternativos por si acaso.

El reciente enfrentamiento judicial que acabó por impedir a la ganadera Diana Pino el pastoreo libre de sus 120 vacas en los terrenos de la comunidad de montes es el origen de la denuncia. El padre de la pastora anunció hace apenas dos semanas una oleada de demandas urbanísticas contra los 140 comuneros de la parroquia por no aceptarla en la entidad. Y, entre las primeras, figura la que ha presendao en el Ayuntamiento contra el centro cultural.

"Nosotros nos vemos obligados a actuar cada vez que hay una denuncia y los técnicos municipales están estudiando el tema", explicó ayer el alcalde. Rodal mantiene la esperanza de solucionar el problema sin suspender la actividad "de un centro cultural que funciona de maravilla", pero tampoco lo descarta por el momento. En cualquier caso, el regidor asegura que el Ayuntamiento trata de mediar en el conflicto para evitar que se agudice "porque se trata de un tema muy sensible que preocupa a todos, gobierno y oposición".

Los asesores jurídicos de la comunidad de montes, por su parte, ultiman la documentación necesaria para adaptar el edificio a la legalidad. Según explican, el centro, inaugurado en 2004, obtuvo permiso de obra. Fue construido en terreno rústico según el Plan Xeral de entonces, pero tanto la Xunta como el Concello lo autorizaron por tratarse de un uso permitido en dicho tipo de suelo, argumentan. El actual plan que regula el urbanismo baionés desde hace exactamente tres años califica el entorno en el que se ubica el inmueble como núcleo rural con posibilidad de desarrollo, "por lo que su legalización es totalmente factible, solo depende de la presentación de un proyecto, que se hará efectiva enseguida", recalcan los abogados. Pero la cafetería carece de licencia de actividad, una irregularidad que también puede solventarse de forma administrativa en breve, sostienen los letrados.