El núcleo rural de Campo Grande, en Morgadáns, no ha quedado aprobado definitivamente por silencio administrativo, tal y como esperaba el Concello de Gondomar para que los propietarios de las dos viviendas con orden de derribo que allí se ubican pudiesen iniciar los trámites para legalizarlas. La Corporación dio luz verde provisional a su ordenación el pasado 26 de enero y, si la Xunta no se pronunciaba, entraría en vigor el pasado martes. Pero el gobierno local lo modificó en base a un informe de Augas de Galicia después de llevarlo a pleno y el Gobierno autonómico le ha requerido ahora que repita la aprobación, según explicó ayer Jimena Varela, edil de Gondomar Concello Aberto (CABE).

Los grupos de la oposición -PP, CABE e IxG- solicitaron el viernes un plenoextraordinario sobre los tres núcleos que quedaron aplazados al abstenerse todos sus ediles en la última sesión, que incluya también el de Campo Grande. Ese mismo día, el concejal de Urbanismo, Antonio Araúxo, anunció la convocatoria de una sesión extraordinaria el día 19, sin mencionar la citada incidencia.