La totalidad de los 24 taxistas de Gondomar se han sumado a la iniciativa, al igual que 13 de Nigrán, algo más de la mitad de los existentes en el municipio. De los 17 de Baiona, solo 4 secundan el proyecto. Amorín explica que existen reticencias entre los autónomos baioneses del sector, pero espera que "se convenzan de que esto es el futuro y traerá beneficios para todos".

Fue en Baiona donde se desató el conflicto previo a la Arribada. Buena parte de sus taxistas se negaban a que los compañeros de Nigrán accediesen al municipio para recoger clientes porque, según aseguraban, no cumplían con la normativa de aplicar las tarifas interurbanas al salir de su territorio.