La Avenida de Portugal registró ayer en A Ramallosa un aparatoso accidente de tráfico seguido de tres horas de alerta ante la posibilidad de un escape de gas. Un Opel Insignia pilotado por un baionés que se quedó dormido al volante rompió el muro de una propiedad privada y acabó suspendido sobre el desnivel de la finca, con el cuadro de contadores de la casa y la tubería de suministro del gas bajo el chasis. Ocurrió en torno a las 15.15 horas. El conductor salió ileso y el vehículo tuvo que ser retirado en peso por una grúa pluma para evitar la rotura de la tubería.