El Festival de Cortometrajes de Cans es mucho más que el gran acontecimiento cultural del mundo rural en Galicia. El popular certamen audiovisual se consolida como un proyecto que potencia la riqueza en la zona y genera puestos de trabajo.

En la presente edición fueron 110 los puestos de trabajo generados a lo largo de los cuatro días de festival. De esa cantidad, 41 personas fueron dadas de alta por la organización a través de contratación directa para cubrir tareas como producción, cátering, merchandising, barras, transporte o coordinación de diversas áreas. En lo referente al número de profesionales autónomos a los que el festival contrató sus servicios, 19 personas desarrollaron su trabajo en tareas como diseño, comunicación y redes sociales, fotografía, realización audiovisual o como técnicos de proyección. Además, cabe destacar que otras cincuenta personas trabajaron en el Festival de Cans a través de empresas contratadas específicamente para el evento, que desarrollaron su trabajo en campos como la iluminación, montaje de carpas, limpieza y seguridad.

Estos dos últimos aspectos fue en los que el certamen experimentó este año una notable mejoría, al ser la limpieza y la seguridad dos de las mayores preocupaciones de la organización. Aparte de dos personas contratadas directamente por el propio festival para limpiar y desbrozar zonas de acceso público durante los quince días previos a la celebración del certamen, otros doce operarios -contratados a través de una empresa de limpieza privada- mantuvieron limpio continuamente todo el perímetro del evento en la zona central de la aldea distribuidos en turnos de día y de noche. Del mismo modo, en esta edición se reforzó Cans con hasta veinte contedores entre los que se podían encontrar tres islas de reciclaje a través de un convenio con una empresa local de gestión de residuos.

En el esfuerzo por mejorar la seguridad, la organización requirió también los servicios de dos empresas de seguridad privadas, a las que se les contrataron catorce guardias de seguridad para el sábado y el domingo. La gran afluencia de público durante estos dos días principales del festival hizo que los autobuses que la organización contrató para que la gente evitara desplazarse en coche hasta Cans transportaran un total de 3.000 personas. Cada noche llegaron a funcionar hasta tres autobuses, uno de ellos un microbús adaptado para personas con movilidad reducida.

La filosofía del Festival de Cans implica contratar preferentemente sus servicios a autónomos, empresas y pequeño comercio de Porriño promover el comercio de cercanía y favorecer, en la medida del posible, el desarrollo de los negocios locales. Por eso, el certamen continúa fomentando la economía de “kilómetro 0”, contribuyendo a una ocupación hotelera del 100% y promoviendo el consumo en establecimientos y pequeños comercios locales.

Varias semanas antes de su comienzo se cubrió por completo la oferta hotelera de la zona, por lo que numerosas personas tuvieron que buscar alojamiento en Tui, Ponteareas o Vigo. Además, a raíz de la gran afluencia de gente que visistó las actividades del jueves del festival -unas 2.000 personas-, se llenaron todas las terrazas y los locales de hostelería próximos a la Plaza do Concello y, durante el fin de semana, todos los negocios de hostelería de Cans estuvieron llenos hasta bien entrada la madrugada agotando, en diversas ocasiones, existencias de comida y bebida.