El hallazgo de una granada de mortero desató la alarma ayer en la parroquia de Couso, en Gondomar. Personal contratado por la comunidad de montes que realizaban unas tareas de desbroce localizaron el proyectil en una ladera situada a pocos metros de la carretera que se dirige a Tui, la PO-340, en el entorno del Alto de San Antoniño. La Guardia Civil movilizó a la Unidad de Técnicos Especialistas en Desactivación de Explosivos de la Comandancia de Pontevedra (Tedax), cuyos expertos certificaron que el artefacto, de fabricación supuestamente reciente, carecía de carga explosiva.

Los operarios localizaron la granada en torno a las 13.00 horas. Se percataron de su presencia tras sentir que la desbrozadora golpeaba un objeto metálico. Alertaron al presidente de la comunidad de montes de Couso, el concejal de Turismo e Comercio, Xosé Antón Araúxo, que cogió el proyectil con sus propias manos y lo trasladó junto a la carretera "para sacalo da zona onde estaban traballando" y avisó a la Policía Local, cuyos agentes alertaron inmediatamente a la Guardia Civil para que comprobase si la pieza podía generar algún riesgo.

Finalmente era inofensiva. Los técnicos especializados del instituto armado se personaron en la zona pasadas las 15.00 horas y, ante los primeros indicios, concluyeron que nunca había sido cargada. Se desconoce cómo pudo haber llegado hasta allí una granada de uso militar, normalmente empleada en infantería de combate. Las condiciones en que fue encontrada apuntan, según fuentes de la investigación, a que pudo ser utilizada para impartir clases teóricas en instrucción militar.