Alrededor de 150 personas se manifestaron ayer por la Avenida de Redondela para exigir un compromiso por escrito que garantice la reposición de los servicios afectados por las obras de ampliación de la autopista AP-9 a su paso por Chapela. La protesta, convocada por la asociación de afectados, también contó con el respaldo de los padres y alumnos del CEIP Igrexa, que demandan avances en el proyecto del traslado del centro escolar a la "Finca da Ginaría", una finca de 34.000 metros cuadrados en el barrio de Cidadelle.

Los manifestantes, que corearon críticas a Audasa, Fomento, la Xunta durante la marcha, partieron desde el torreiro de la iglesia y recorrieron un tramo de la Avenida de Redondela hasta la rotonda de acceso a la AP-9, junto el centro de salud. Desde este punto se regresó en sentido inverso hasta el pabellón de deportes, donde finalizó.

Otra de las reclamaciones de los afectados es que se proceda a la expropiación de las viviendas de cinco familias que residen en un edificio de tres alturas en el barrio de Pasán que quedará pegado al nuevo carril de la autopista, así como una vivienda unifamiliar en la zona de Rande. Los residentes de los inmuebles llevan tiempo reclamando que les expropien sus casas ya que, de lo contrario, quedarán hipotecadas para toda la vida dentro de la zona de afección y con el tráfico de vehículos pegado a sus muros.

La comunidad educativa del colegio Igrexa exige tambien que el nuevo carril de la AP-9 junto al colegio no abra al tráfico hasta que no se produzca el traslado a las nuevas instalaciones en Cidadelle.

La Asociación de Afectados por la AP-9 pretende realizar nuevas movilizaciones en los próximos meses para que se atiendan las demandas de los vecinos, y ponen como ejemplos el soterramiento del transformador existente en la zona de la iglesia o que se resuelva el destino del edificio de Correos, pendiente desde hace más de un año de demoler.