Ampliar la población de abejas frente a los ataques de la velutina para mantener la necesaria polinización en el ecosistema es uno de los objetivos de AGA y de la I Feria Apícola do Val Miñor. Lo va consiguiendo poco a poco.

Lucas da Silva Rial es uno de los últimos en incorporarse a la actividad en la comarca. Cuida ocho colmenas en Vincios desde hace cinco años y se ha asociado a la entidad recientemente. Instaló sus panales coincidiendo con la llegada de la avispa asiática a la comarca y sufrió el robo de toda la cosecha del año pasado, de 80 kilos de miel. Pero resiste. Y recomienda la apicultura a todo el mundo. "Eu comecei a criar abellas por afición, porque sempre me chamou a atención, e agora é para min case unha terapia antiestrés", recalca. "Fascíname ver como se organizan as abellas e a pequena sociedade que teñen organizada", asegura. Teme la amenaza de la avispa asiática y apunta a la necesidad de concienciar "a todos" sobre la importancia de colocar trampas.