El sistema de arrendamiento que funciona en la plaza desde su apertura, en 1966, es irregular, según recalca Xosé Antón Araúxo. Los negocios se ubican en espacios públicos que deben ofertarse en condiciones de igualdad de oportunidades. De ahí que su departamento haya puesto en marcha el proceso para "darlles garantías de seguridade xurídica". Eso sí, con "condicións favorables para os praceiros establecidos, que parten con 15 puntos de vantaxe por experiencia", asegura. "O que non podemos facer é outorgar os postos a dedo", recalca convencido de que ninguno de los comerciantes perderá su lugar.

El edil niega que exista un trato de favor hacia un vendedor próximo al retiro. "Todo o contrario. En canto se xubile, ese posto sairá tamén a concurso. Se o sacasemos agora, daríamoslle a posibilidade a esa persoa de cederllo a quen el quixese antes de marchar", subraya.

Por su parte, el alcalde niega haberse comprometido a nada con los vendedores, pero sí considera que "todos teñen moita s posibilidades de continuar nos seus postos". No obstante, no descarta frenar la licitación hasta alcanzar un consenso.