Los alumnos del taller de hostelería de Soutomaior pasaron ayer con sobresaliente una de las pruebas más exigentes: la opinión del cliente. Como si de un restaurante se tratara, las instalaciones de este centro de formación ofrecieron durante la jornada desayunos y comidas gratuitas a los vecinos del municipio. Una iniciativa con la que se pretende dar a conocer el trabajo que desarrollan y, al mismo tiempo, que les sirva como práctica laboral para aplicar los conocimientos adquiridos.

El menú, completo y al nivel de los mejores establecimientos de hostelería, lo prepararon los alumnos de la especialidad de Cocina. Tres tipos de bizcochos y tostadas de pan casero para el desayuno y cuatro propuestas para elegir en la comida, entre los que no faltó el arroz negro con chocos -uno de los productos típicos de la ría-, pollo al chilindrón, empanadas variadas o un original plato de garbanzos, langostinos y almejas a la vinagreta. Y para rematar un surtido de postres de elaboración propia y un listado con ocho variedades de cafés. Todo ello acompañado de vinos albariño o mencía de la bodega local Quinta das Eiras, cervezas y refrescos.

La jornada atrajo a una treintena de personas en el desayuno y completó las cuarenta plazas ofertadas al mediodía para las comidas. Entre los comensales, las opiniones mostraban la satisfacción tanto por la calidad de los platos como por el servicio de los camareros. "La comida es de diez, al nivel de los mejores restaurantes, con platos tradicionales elaborados en su punto. Pero sobre todo lo importante aquí es que se trata de una iniciativa muy positiva para el futuro laboral de los alumnos en una zona en la que el sector hostelero es uno de los puntales económicos", comenta Carlos Carrera, uno de las personas que acudieron a disfrutar de la comida junto a su mujer y su hijo.

Dos compañeros de trabajo de la carpintería Celcar de Arcade acudieron a comer al conocer la iniciativa. "Decidimos venir a probar en vez de ir a un restaurante y estamos encantados. La comida es exquisita, la presentación perfecta y el servicio genial, y además todo gratis", destacan mientras degustan dos platos de choco.

Otro de los comensales, Fran Fernández, cree que no falta detalle. "Incluso está bueno el pan, elaborado por ellos. Se nota que le pusieron cariño a cada plato, hay mucho esfuerzo tanto en la elaboración del producto como en el servicio, y así las cosas saben mejor", concluye.