Tres años después de la rehabilitación del viaducto antiguo de Redondela le llega el turno al otro puente histórico de la villa, el conocido como "viaducto de Pontevedra". El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) invertirá cerca de 2,5 millones de euros en el mantenimiento integral y el refuerzo de distintas piezas para adaptarlas a las actuales necesidades ferroviarias, ya que se trata de una infraestructura de 1884 que soporta ahora un tráfico de trenes más elevado y a mayor velocidad.

Las obras arrancarán en los próximos días -ya se han colocado las vallas en sus pilares- y se prolongarán durante doce meses. La actuación cuenta con el visto bueno de la Dirección Xeral de Patrimonio, puesto que esta intervención requiere de su permiso al tratarse de un bien cultural con más de un siglo de antigüedad y considerado uno de los símbolos de la villa.

Según confirmó ayer el concejal de Infraestructuras y Patrimonio, Arturo González, los trabajos "no interrumpirán ni el tráfico ni afectarán a la vida cotidiana en la localidad", aunque sí podrían causar molestias a los residentes del entorno por el ruido, "ya se trata de una actuación de gran envergadura sobre una estructura metálica".

Las labores se rehabilitación serán similares a las realizadas en el otro viaducto de la localidad. Además de la limpieza de la piedra y el cambio de las piezas que se encuentran en mal estado de la estructura de hierro, también se incluye el cambio de vía, el refuerzo de los dos pilares metálicos y el pintado general del puente.

Este viaducto, al encontrarse en uso, es objeto de labores de mantenimiento periódicas -la última en 2012-, aunque en esta ocasión los trabajos serán de mayor envergadura. En este sentido González destaca que, pese a la importancia de las obras, "no causará ningún impacto visual en la estructura, que se mantendrá igual que en la actualidad".

Este paso ferroviario de finales del siglo XIX fue objeto de polémica hace dos años cuando Adif procedió a la electrificación de la vía, lo que obligó a instalar varias torretas para sostener las catenarias. El colectivo cultural Alén Nós criticó en aquella ocasión la alteración estética que suponían los postes del cableado, que obligaron incluso a cortar cornisas de piedra, y denunciaron que la actuación se realizó sin solicitar la preceptiva licencia ante Patrimonio Cultural de la Xunta.

Este viaducto fue inaugurado en mayo de 1884 y presenta un tablero sobre una estructura de hierro en celosía, con una longitud de 149 metros, que se soporta en dos pilares metálicos. En ambos extremos cuenta con una estructura de piedra con arcos. El puente fue diseñado por el ingeniero y arquitecto Mariano Carderera Ponzán (1846-1916), y lo montaría la empresa Maquinista Terrestre y Marítima de Barcelona.

Además de esta estructura ferroviaria, Redondela cuenta con otro similar algo más antiguo -inaugurado en junio de 1876- que carece de uso desde hace 39 años, conocido como "viaducto de Madrid". Estos dos pasos ferroviarios que atraviesan el casco urbano sobre los tejados de las casas están considerados como los símbolos de la localidad, denominada popularmente como "villa de los viaductos".