La quincena de trabajadores del departamento de servicios sociales del Concello de A Cañiza y el único Policía Local del municipio tienen sus dependencias, desde inicios de este mes, en la planta baja del consistorio, recientemente reformada, a través de una subvención de la Consellería de Vicepresidencia que rondó los 30.000 euros.

El departamento de servicios sociales ha ido ganando peso en los últimos años en la Administración local, pasando de los tres trabajadores con los que comenzó a los quince actuales; muchos de ellos dedicados al Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD). Consecuentemente, las dependencias que ocupaban se fueron quedando pequeñas y el gobierno local decidió reubicarlos en las instalaciones de la antigua biblioteca, trasladada en 2011 al edificio multiusos.

Los servicios sociales de A Cañiza disponen ahora de 120 metros cuadrados distribuidos en un espacio central para el puesto de auxiliar administrativo; dos oficinas laterales en el anexo izquierdo que acogen el despacho de la trabajadora social y de la educadora familiar; y un almacén solidario de alimentos, en la parte derecha.

Las obras también incluyeron la reforma íntegra de los aseos, adaptándolos para personas con discapacidad, y se eliminaron todas las barreras arquitectónicas.

La estructura original de la planta baja se mantiene intacta con sus paredes de piedra, sus arcos y sus bóvedas.. De acuerdo con lo investigado por la historiadora Carmen D. Simons, la planta baja se construyó en 1853 con financiación aportada por los ayuntamientos de Cañiza, Arbo, Covelo y Crecente, para albergar el edificio de administración de justicia, la sede del partido judicial y la cárcel, además de reservar un pequeño habitáculo para el ayuntamiento cañicense.

Por su parte, la Policía Local también ha estrenado nuevas instalaciones en la misma planta baja. Las oficinas que atiende el único agente de A Cañiza están situadas en el antiguo local que ocupaban los servicios sociales y ahora se puede acceder a ellas desde la calle, sin tener que entrar a través de la casa consistorial.

En este nuevo emplazamiento, la Policía ha ganado espacio, al duplicar los 25 metros cuadrados de los que disponía hasta ahora. Su pequeña oficina anterior pasa a destinarse a almacén.

Aunque las obras de reforma están concluidas desde diciembre, los trabajadores no empezaron a atender a los ciudadanos en ellas hasta este mes cuando recibieron el mobiliario necesario. Con esta reestructuración de departamentos y personal, el gobierno "pretende mejorar la atención a los vecinos y optimizar la capacidad de trabajo de los empleados municipales".